HTTP es la sigla correspondiente a la expresión inglesa Hypertext Transfer Protocol, traducida a nuestro idioma como Protocolo de Transferencia de Hipertexto. Se trata de un protocolo de comunicación que posibilita la circulación de información a través de la World Wide Web (WWW).
Asimismo, es interesante conocer el origen etimológico de estas palabras que dan forma a http:
* hyper, en primer lugar, procede del griego “hyper”, que puede traducirse como “encima” o “sobre”;
* text, por otro lado, viene del latín “textus” y que, a su vez, deriva del verbo “texere”, que es sinónimo de “trenzar” o “tejer”;
* el término transfer hay que indicar que procede del verbo latino “transferre”, que es equivalente a “trasladar” o “llevar de un lado a otro”;
* el sustantivo protocol, por su parte, tenemos que establecer que emana del griego, en concreto, de “protokollon”. Palabra esta que es fruto de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua: el vocablo “protos”, que significa “primero”, y el sustantivo “kollea”, que es sinónimo de “pegamento” o “cola”.
Un protocolo de comunicación se forma por una serie de reglas que indican cómo debe entablarse un proceso comunicativo. La WWW, en tanto, es un sistema de transferencia de documentos enlazados entre sí vía Internet (un conjunto descentralizado de redes informáticas).
Lo que hace el HTTP es definir la semántica y la sintaxis que emplean los elementos de software que integran la arquitectura de la WWW. El protocolo sigue un esquema basado en las peticiones que un cliente (como un navegador web) le realiza a un servidor (una computadora u ordenador donde se alojan páginas web), que a su vez entrega las respuestas.
Dichas peticiones son mensajes con un determinado formato. El HTTP se encarga de determinar cuáles son los métodos de petición que se pueden emplear. El servidor, en tanto, brinda un código de respuesta que es un número con información sobre qué ha ocurrido con la petición.
El HTTP, en definitiva, constituye la base sobre la cual se desarrolla la WWW. Cuando un usuario de Internet recurre a una navegador (como Google Chrome o Mozilla Firefox) para visitar un sitio web, lo que está haciendo es emplear una sesión de HTTP para obtener aquello que observa como resultado: el texto, las imágenes, etc. Por eso, las direcciones que se ingresan en la barra de navegación de un navegador comienzan con http, indicando cuál es el protocolo que se usará para mostrar las páginas.
Otros datos de interés del protocolo HTTP son los siguientes:
* fue diseñado allá por la década de los años 90;
* hay que establecer que entre el usuario y el servidor hay elementos que funcionan como intermediarios. Nos estamos refiriendo a algunos tales como el router, el módem, la fibra óptica o el ADSL;
* los encargados de gestionar los mensajes HTTP son los proxies, entre los que se encuentran el filtrado, el caching, la autentificación, el registro de eventos, el balanceo de carga de las peticiones;
* del protocolo HTTP que nos ocupa se destacan tres características fundamentales: que es extensible, que es sencillo y que tiene sesiones.
Desde su lanzamiento en el año 1991, HTTP ha tenido muchas versiones, y en la mayoría de los casos se puede apreciar una completa retrocompatibilidad, es decir que son compatibles con las anteriores. El uso de los números de versión se encuentra descrito en el RFC 2145 (Request for Comments) el nombre que reciben las publicaciones a cargo del IETF, grupo de trabajo de ingeniería de Internet, donde se especifican varios aspectos de su funcionamiento y el de otras redes, como ser sus procedimientos y protocolos.
La primera versión fue la 0.9, la cual ya es obsoleta. En octubre de 2018 se lanzó la 3, que presenta cambios tales como el uso de UDP (protocolo de datagramas de usuario) en vez de TCP (familia de protocolos de Internet).