Implicancia es un término con varios usos, de acuerdo a las definiciones indicadas por el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Puede tratarse de la consecuencia o secuela de algo, de una contradicción entre términos o de una incompatibilidad moral o legal para tomar una decisión justa.
Por ejemplo: “Es importante recordar a los niños la implicancia de un desayuno nutritivo en su salud y en sus actividades cotidianas”, “Quienes delinquen deberían tener en cuenta las implicancias de sus acciones criminales”, “La proliferación de enfermedades infecciosas es una implicancia de las inundaciones”, “Es fácil detectar las implicancias entre lo dicho por el candidato oficialista y las expresiones del principal opositor”.
Implicancia a nivel judicial
A nivel judicial, una implicancia puede ser una cuestión que afecta a un juez que, en otras condiciones, sería competente para fallar sobre un asunto pero que, por considerarse que tiene un interés actual en el tema, le hace perder la imparcialidad requerida para sus funciones.
El verbo implicar, del latín implicare, también puede referirse a enredar, envolver, contener o llevar en sí. Por eso se dice que si una persona está vinculada a algún asunto está implicada en él. En este sentido se puede hacer referencia a la implicancia de un hombre en un robo, si se han detectado ciertas pruebas que lo incriminan: “El fiscal afirmó que está cerca de probar la implicancia del acusado en el robo al banco”, “La policía sospecha que el empresario está implicado en una operación de lavado de dinero”, “Es increíble: me detuvieron sin ninguna prueba sobre mi implicancia en el crimen”.
Así como ocurre con muchos otros términos de nuestra lengua, la palabra implicancia es aceptada principalmente en algunos países de América del Sur, como ser Argentina, Uruguay y Chile, mientras que en España se utiliza implicación, la cual deriva directamente de un vocablo latino. Si bien sus significados son equivalentes, tienen ciertas diferencias, como la acepción uruguaya y chilena que hace referencia a una incompatibilidad legal o moral, señalada en el primer párrafo.
El concepto en la lógica
Sabiendo que implicancia e implicación son términos sinónimos, es posible hablar de su rol en la lógica. El cálculo lógico ,también llamado derivación lógica, es un sistema o algoritmo que da la posibilidad de deducir o inferir un enunciado verdadero, partiendo de uno o más que se hayan validado como verdaderos; dos de las formas en las que permite conectar y relacionar proposiciones son la condicional funcional de verdad y la implicación.
Es posible leer la siguiente operación lógica A -> B de dos maneras, según se trate de un condicional funcional de verdad o de una implicación: en el primer caso, su lectura sería si A, entonces B, y esto puede ejemplificarse con la proposición «Si estamos en el año 2014, entonces el próximo será el 2015»; la otra lectura posible es A implica B, en la cual se relacionan dos proposiciones, cada una con un valor diferente, y un ejemplo posible es «Estamos en el año 2014», por lo tanto «el próximo será el 2015».
Ahondando más en las diferencias, la lectura condicional da lugar a que la proposición tenga uno de dos valores posibles, que son verdadero y falso; en su tabla de valores de verdad (usada para mostrar los valores de verdad de las proposiciones compuestas, contemplando todas las combinaciones de verdad posibles), se puede apreciar que esta afirmación sólo puede ser falsa si A es verdadera y B, falsa. Para la implicancia, por otro lado, la afirmación de B depende de la validez de la afirmación de A: si mentimos al decir que «estamos en el año 2014», entonces cualquier proposición relacionada con ésta pierde validez.