La impronta es la impresión, huella o marca dejada por una persona u objeto. Se trata de una seña o característica peculiar y distintiva. Veamos algunas oraciones de ejemplo: “La impronta del nuevo entrenador ya se advierte en el equipo”, “El vehículo aún exhibe la impronta del impacto”, “No tiene un gran voz, pero me gusta su impronta”.
Otra definición de impronta está vinculada al proceso de aprendizaje rápido e irreversible que se desarrolla durante determinadas fases críticas del desarrollo de algunos organismos. En dichos periodos, la receptividad del organismo es mayor y facilita el aprendizaje.
Impronta genómica
Se conoce con el nombre de impronta genómica al fenómeno que se caracteriza porque algunos genes se expresen de una cierta forma de acuerdo con el sexo del progenitor; en otras palabras, algunos genes o dominios genómicos presentan marcas bioquímicas que indican su origen parental. Es posible advertir dos tipos de uniones causantes de improntas: las covalentes y las no covalentes. Para que esto tenga lugar es necesaria la presencia de una maquinaria enzimática nuclear, la cual debe mantener las marcas durante el ciclo celular.
La impronta genómica se crea durante la gametogénesis, fase en la cual cada par de homólogos segrega un cromosoma al óvulo o al espermatozoide; más tarde, en la embriogénesis y a lo largo del crecimiento hasta la adultez, los genes que recibieron la impronta mantienen sus alelos en sus respectivos estados: paterno o materno. De este modo, las improntas funcionan como un molde para construir réplicas de sí mismas, se heredan y es posible identificarlas a través del análisis molecular.
La función de la impronta genómica es mucho más importante que una simple constancia del origen parental de los alelos de un gen determinado, ya que sirven para que la expresión génica de una copia parental u otra se vea reducida, lo cual resulta en una falta de equilibrio de los alelos homólogos o, en otras palabras, en que uno de ellos se vea favorecido por sobre el otro, según su procedencia.
Enfermedades vinculadas al fenómeno
Existen ciertas enfermedades de los seres humanos que guardan relación con la impronta genómica, entre las que se encuentran el síndrome de Prader-Willi (que afecta el desarrollo en la etapa lactante, y genera discapacidad intelectual y psicomotora, entre otros trastornos) y el síndrome de Angelman (impide el correcto desarrollo de la capacidad lingüística y ataca el sistema motriz), los dos asociados a una región del cromosoma 15 en particular. Por otro lado se encuentra el síndrome de Beckwith-Wiedemann (se advierte por sobrepeso del recién nacido, por la presencia de vísceras que no se encuentran en la zona abdominal o por el excesivo tamaño de su lengua).
Cabe mencionar que muchas especies de seres vivos, nosotros incluidos, recibimos por herencia una copia del gen autosómico materno y otra del paterno, y que estas dos cumplen una función para gran parte de los genes; sin embargo, en algunos de ellos una de las dos copias queda anulada. Para saber si la causa de una enfermedad se encuentra en el proceso de impronta genómica, es en primer lugar necesario estudiar el árbol genealógico de la persona afectada para analizar los demás casos: si un mismo trastorno no se expresa de la misma forma en todos los miembros de la familia, entonces el problema tiene origen en la impronta.
El imprinting hormonal es otro fenómeno genético, que acontece durante el primer encuentro entre la hormona y su receptor en ciertos periodos críticos de la vida y que determina la capacidad posterior de la traducción de señales de la célula.
La impronta como reproducción
Impronta, por último, es la reproducción de una imagen, ya sea en relieve o en hueco, sobre una materia blanda.
Para realizar esta impronta, se debe hacer uso de un molde o de un sello.