El concepto de inciso proviene del vocablo latino incīsus. Puede usarse como adjetivo para aludir a un estilo con interrupciones o cortado, según indica la primera acepción mencionada por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario.
También como adjetivo, inciso se emplea en la arqueología para calificar a la pieza decorada con incisiones superficiales. Por ejemplo “La vasija hallada presenta motivos incisos”, “La decoración incisa de las cerámicas encontradas al pie de la montaña sorprendió a los investigadores”.
La idea de inciso en la gramática
Inciso además se usa como sustantivo en el terreno de la gramática. Un inciso, en este marco, es una expresión que, intercalada con otra, ofrece una explicación de algún punto vinculado a esta.
Los incisos explicativos, por lo tanto, interrumpen una oración para ahondar en algo. Se escriben entre comas, paréntesis o rayas y, dado que no modifican el sentido de la expresión original, pueden eliminarse sin que se afecte la comprensión.
“Jorge Gómez, verdulero del barrio, ganó el sorteo” es una oración que presenta un inciso explicativo (“verdulero del barrio”). Si dicha aclaración es suprimida, la frase sigue teniendo el mismo sentido (“Jorge Gómez ganó el sorteo”).
Una especificación que no puede obviarse
Existen incluso los incisos especificativos o determinativos, que no van encerrados con comas, paréntesis ni rayas y son necesarios para dar el sentido. La oración “Los jóvenes que completan sus estudios consiguen buenos empleos” tiene un inciso especificativo: “que completan sus estudios”.
Es importante resaltar que en el caso de los incisos especificativos el significado de la oración sí se ve afectado si quitamos esta información adicional, ya que su función es diferente a la que cumple el inciso explicativo. Mientras que este último nos «explica» quién es el sujeto, nos provee ciertos datos para reconocerlo por si no sabemos exactamente de quién se trata (también puede ser un objeto material o un sustantivo abstracto), el inciso especificativo nos ayuda a separarlo de un grupo ya que no lo menciona por su nombre propio y, de hecho, suele estar en plural.
Dicho todo esto, veamos una oración en la cual el tipo de inciso podría cambiar completamente el significado: no es lo mismo decir «El chico que estaba preocupado por el examen obtuvo una calificación satisfactoria» que «El chico, que estaba preocupado por el examen, obtuvo una calificación satisfactoria». La primera oración utiliza un inciso explicativo para aclararnos de qué chico se trata, probablemente porque en el contexto del mensaje hay varios y no podríamos saber de quién se trata si no nos brindan este dato: no hablamos de cualquier chico, sino del que estaba preocupado por el examen.
En la segunda oración, por otro lado, se supone que el contexto es suficiente para saber de qué chico está hablando el emisor; por esta razón, el papel del inciso consiste simplemente en darnos más información acerca de él, pero ésta no es necesaria para entender el sentido principal de la oración: lo importante es que él obtuvo una calificación satisfactoria, independientemente de su estado de ánimo con respecto al examen.
Inciso en la retórica
En retórica existe una figura llamada elipsis que puede resultar similar o complementaria al inciso, ya que se trata de la omisión de ciertas palabras de una cláusula que son necesarias para comprensión del mensaje, pero que se lleva a cabo porque se espera que el interlocutor lo entienda por contexto.
Veamos una oración de ejemplo: «Ella llegará sobre las doce y yo, un rato más tarde»; aquí se omite el verbo «llegaré» porque se entiende y resultaría redundante escribirlo dos veces.
El concepto en el derecho
En el ámbito del derecho, por último, los incisos son subdivisiones de los artículos de las leyes.
Cada inciso, en este marco, es una parte que detalla una cierta disposición.