El vocablo latino inermis llegó a nuestro idioma como inerme. En el terreno de la biología, el concepto se utiliza para calificar a la planta que carece de púas, pinches o espinas.
Una planta inerme, por lo tanto, no dispone de este tipo de recursos defensivos. Varias especies llevan el término en su nombre científico, como el Canthium inerme y el Baryxylum inerme.
Canthium inerme
Se trata de un árbol que pertenece a la familia Rubiaceae, conocida en español como rubiáceas. Es endémico del continente sudafricano, se usa en diversos medicamentos tradicionales y también da frutos comestibles muy particulares. La altura máxima del Canthium inerme ronda los 14 metros, pero por lo general los ejemplares no van más allá de los 7, con un mínimo de 3 metros. Su copa tiene una forma redondeada, puede tener uno o varios tallos y el principal tiene un diámetro máximo de 36 centímetros.
El color del o los talos es gris claro, aunque con el paso de los años se vuelve cada vez más oscuro y aumenta en aspereza. En su juventud, su aspecto lo vuelve especialmente atractivo a nivel visual y lo lleva a resaltar con facilidad. Sus hojas, de forma elíptica, también son claras y suaves, de un verde brillantes, y no poseen pelos. Con respecto a sus flores, nacen entre agosto y febrero y exhiben una combinación suave de tonalidades verdes y amarillas. Son pequeñas y suelen producirse en racimos de gran densidad, con ejes de 3 centímetros de diámetro.
Baryxylum inerme
Esta planta se conoce por varios nombres diferentes, como ser árbol llama amarilla, flamboyán dorado, poinciana amarilla y, otro nombre científico, Peltophorum pterocarpum. Se trata de una especie procedente del continente asiático, común en Tailandia, Indonesia, Vietnam y Sri Lanka.
Su altura máxima normal ronda los 25 metros, pero existen ejemplos que miden el doble. El diámetro de su tronco es de 1 metro. Sus flores, de color amarillo, nacen en racimos de gran tamaño. Da un fruto que comienza de color rojo pero se vuelve negro al madurar. El árbol en sí mismo se suele usar con fines ornamentales, mientras que su madera también se aprovecha como materia prima y sus hojas, como alimento para el ganado.
Persona sin armas
Inerme también se emplea para aludir a quien no tiene armas, ya sea en sentido figurado o literal. Por ejemplo: “La policía no dudó en dispararle a un hombre inerme que protestaba frente al Congreso”, “Tuve que abandonar la escuela a los 10 años y quedé inerme frente a los desafíos que me planteó la sociedad”, “El equipo local, inerme, fue goleado por el puntero del campeonato”.
Otros ejemplos
Tomemos el caso de un analista político que reflexiona sobre la situación que se vive en un país gobernado por una dictadura. Este especialista detalla que los habitantes no cuentan con garantías civiles ya que en esa nación no hay Estado de derecho y el gobierno actúa sin atarse a la ley. De este modo, los ciudadanos se encuentran inermes ante las autoridades: no pueden apelar a la Justicia para denunciar y/o evitar los atropellos y los abusos.
Supongamos ahora que dos jóvenes se trenzan en una pelea a la salida de un bar. Uno de ellos está armado con una navaja; el otro muchacho, inerme, no tiene ningún arma. El enfrentamiento, pues, es desigual y acarrea un riesgo físico mucho mayor para quien solo puede defenderse con su cuerpo. El resultado, salvo excepciones, podría ser fatal para este último, a menos que tenga conocimientos de artes marciales o una destreza física fuera de lo común, que le permitan evitar los ataques y devolverlos con velocidad y precisión.