
Una inferencia puede realizarse por deducción, inducción o abducción.
Inferencia es la acción y efecto de inferir (deducir algo, sacar una consecuencia de otra cosa, conducir a un resultado). Si queremos conocer a fondo el origen etimológico del término , tenemos que proceder a trasladarnos hasta el latín. Allí encontraremos como el concepto es el resultado de la suma de tres partes claramente identificables: el prefijo in-, que puede traducirse como “hacia”; el verbo ferre, que puede establecerse como sinónimo de “llevar” y finalmente el sufijo –ia, que es equivalente a “acción o cualidad”.
La inferencia surge a partir de una evaluación mental entre distintas expresiones que, al ser relacionadas como abstracciones, permiten trazar una implicación lógica. Al partir de hipótesis o argumentos, es posible inferir una conclusión (que puede resultar verdadera o falsa).
Por ejemplo: “Todavía no recibí la confirmación oficial por parte de la empresa, lo que te digo es sólo una inferencia mía”, “Cada vez que juega la selección, Mariana falta al trabajo: mi inferencia es que mañana vamos a estar solos en la oficina”, “No podemos guiarnos por inferencias, sino que tenemos que aguardar a que los sucesos se confirmen antes de tomar una decisión”.


Tipos de inferencia
Es importante señalar que existen diversos tipos de inferencias:
- Inferencia estadística. Es aquella que se convierte en protagonista dentro del ámbito de la administración y la gestión. Se sustenta en dos pilares fundamentales para poder desarrollarse: la acción de contrastar diversas hipótesis y también la estimación.
- Inferencia del comportamiento. Como su propio nombre lo indica, se encarga de analizar a fondo las formas de comportarse del ser humano en general. Para conseguirlo se tienen en cuenta factores tales como el grado de inteligencia y la empatía.
- Inferencia trivaluada, que ofrece tres valores como resultados.
- Inferencia lógica, que permite establecer un resultado verdadero o falso.
- Inferencia probabilística, que determina que una sentencia tiene mayores probabilidades de ser verdadera que otras.
- Inferencia multivaluada, que se identifica por el hecho de que ofrece como resultado una serie amplia de valores.
- Inferencia difusa. Esta última clase podemos determinar que se encarga de analizar todos los resultados con una gran precisión.

La inferencia deductiva implica que la conclusión se desprende lógicamente de las premisas.
El silogismo
El silogismo es una forma esencial de inferencia. Se trata de una clase de razonamiento deductivo que se forma por dos proposiciones (premisas) y una conclusión. Esta conclusión es la inferencia que necesariamente se deduce de las dos premisas.
La veracidad de la conclusión dependerá de las leyes que regulan la relación entre las premisas comparadas. La garantía de verdad del nuevo juicio es la lógica, que deberá establecer distintas clasificaciones de las premisas.

El resultado de ciertas inferencias puede ser confirmado a través de una validación experimental.
Análisis de las probabilidades
Es importante tener en cuenta que no todas las inferencias ofrecen conclusiones verdaderas. Es posible afirmar que todos los perros son animales peludos de cuatro patas, pero no se puede inferir que todos los animales peludos con cuatro patas son perros.
Las inferencias, por lo general, suelen generarse a partir de un análisis de características y probabilidades. Si alguien hace referencia a un animal de cuatro patas, peludo y que además mueve la cola, puedo inferir que lo más probable es que esté haciendo referencia a un perro.
Ejemplos de inferencia
Los ejemplos de inferencia constituyen un recurso muy útil para comprender cómo funciona este tipo de procedimiento.
Supongamos que alguien visita por primera vez un país. Este sujeto arribó a dicha nación un martes y ese día notó que la gente empezaba a cenar en torno a las 19 horas. En la jornada siguiente advirtió la misma costumbre, al igual que el jueves. A partir de esa observación, el sujeto infiere que los habitantes del país en cuestión suelen cenar a las 19. En este contexto, su suposición es una generalización que realiza a partir de lo que pudo ver durante su estadía.
Tomemos el caso de un entrenador de baloncesto que, al analizar el resultado de los últimos 100 partidos de su equipo, nota que cada vez que el conjunto logró que su oponente no supere los 70 puntos, se quedó con la victoria. Frente a esa evidencia, infiere que es clave reforzar la defensa para impedir que el rival anote 70 o más puntos. El coach, así, establece una correlación entre los puntos recibidos por su equipo y el resultado del partido, por lo cual procede a trabajar en base a una predicción: si no recibe más de 70 puntos, ganará el juego.
Si bien estos ejemplos de inferencia no presentan ningún error lógico, debe considerarse que la veracidad de lo inferido no está garantizada para todos los casos. En el primer ejemplo, un habitante que elige a cenar a las 21 horas constituye una prueba de que la inferencia no es válida para la totalidad de la población. De manera similar, el equipo del entrenador de básquetbol puede perder 63-65 (es decir, sufre una derrota por más que el rivel no superó los 70 puntos).
Hay que considerar que la conclusión de una inferencia puede ser incorrecta, correcta en ciertas situaciones, correcta con un determinado nivel de precisión o simplemente correcta. Por ejemplo: si sabemos que el ser humano necesita oxígeno para vivir y que Pedro es un ser humano, podemos inferir que Pedro necesita oxígeno para vivir. Esa conclusión es válida desde la lógica y verdadera según el conocimiento y la evidencia empírica (no hay casos de seres humanos que vivan o hayan vivido sin oxígeno).