Insidia, un término con origen etimológico en la lengua latina, hace referencia a un acto o una expresión que acarrea una intención dañina. El concepto, sobre todo al ser utilizado en plural, también puede aludir a la asechanza (un engaño perpetrado para perjudicar a un individuo).
Algunos ejemplos
Veamos tres oraciones que incluyen este término: “Sufrí la insidia de mis compañeros de trabajo durante muchos meses hasta que decidí renunciar”, “Creo que Marcos actuó con insidia, no me parece que su comportamiento haya sido bien intencionado”, “Entiendo que la gente se puede equivocar, pero no tolero la insidia ni el deseo de perjudicar al otro”.
Comencemos por la primera oración, donde se habla de un maltrato que se extiende durante mucho tiempo en un espacio de trabajo, hasta que la víctima decide irse. La insidia, entendida como un acecho o una suerte de conspiración es muy común en los centros de estudio y en las empresas, donde se suelen formar grupos que molestan a los más débiles, agrediéndolos tanto psicológica como físicamente. Existen innumerables historias de abuso de este tipo, y los desenlaces son de lo más variados: mientras que algunos consiguen alejarse a tiempo, otros se suicidan por no soportar más.
En el segundo ejemplo se usa el término insidia para expresar una opinión, de manera que no está del todo claro si el comportamiento al que se hace referencia debería calificarse de esta manera realmente. El emisor habla de una persona llamada Marcos, cuyo accionar tilda de eta forma, aunque no provee detalles. Resalta, de todos modos, que no cree que haya procedido con buenas intenciones, y allí se encuentra la esencia de la insidia: no es un error que provoca perjuicios a un tercero, sino que se hace de forma voluntaria.
Llegamos a la tercera y última oración, en la cual el emisor asegura estar abierto a los errores ajenos, siempre y cuando no se trata de un caso de insidia o de deseo de causar perjuicios a los demás. Esta forma de pensar es la que en teoría tiene la mayoría de los seres humanos, ya que somos conscientes de no ser perfectos pero entendemos que la libertad tiene un límite, el cual en ningún caso debería superponerse con el ajeno.
Para el derecho
En el terreno del derecho, se considera que la insidia es un artificio que busca dañar. Se tiene en cuenta la insidia en delitos como la falsificación y la estafa, entre otros.
Tomemos el caso del delito de homicidio. En la legislación argentina, el derecho penal contempla la existencia de un homicidio agravado cuando se cumplen ciertas condiciones. Al tener en cuenta la forma de cometerlo, el homicidio tiene un agravante cuando el sujeto realiza un procedimiento insidioso, considerándose la insidia como el uso de medios para que la víctima encuentre mayores dificultades a la hora de defenderse o de prevenir la agresión.
Esculturas de Antonio Salgado
La Insidia, por último, es el nombre de una fuente de agua con un conjunto de esculturas que se encuentra en Quito (la ciudad que es a su vez la capital de Ecuador). Se trata de una obra desarrollada en 1923 por el artista Antonio Salgado, actualmente ubicada en la parroquia Mariscal Sucre, enfrente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión.
Esta obra se conoce en el ámbito popular por el nombre de Pileta de las Focas y hoy en día se encuentra en una rotonda entre las avenidas 12 de Octubre y Patria. Como breve descripción, podemos decir que incluye la figura de una mujer que tiene en sus manos una serpiente, imagen que probablemente haga referencia al momento de la Biblia en el que el demonio tienta a Eva. A su alrededor hay cuatro focas y cinco recipientes esculpidos en bronce.