El término jirón procede del francés giron, que puede traducirse como “regazo”. La primera acepción del concepto -cuyo plural es jirones– mencionada por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario alude al trozo desgarrado de una prenda de vestir.
Por ejemplo: “El perro me dejó el vestido hecho jirones”, “Los jirones de la camisa estaban esparcidos por toda la casa”, “Traté de atraparlo pero me quedé con jirones de su camiseta en la mano”.
Partiendo de ese significado, podemos establecer que entre las palabras que pueden funcionar como sinónimos de jirón se encuentran tanto desgarrón como andrajo, harapo, rasgón, guiñapo, siete, rasgadura o pingajo.
En un sentido más amplio, se llama jirón a un fragmento o una parte de un todo. En este marco, la noción puede usarse en sentido simbólico: “Todavía estamos padeciendo los jirones de la crisis”, “De a poco están saliendo a la luz jirones de la verdad: en un futuro no tan lejano, sabremos con exactitud qué ocurrió”, “Dejé jirones de mi vida en esta empresa, creo que merezco un mayor reconocimiento”.
En el ámbito de la gastronomía también se usa el término jirones que ahora nos ocupa. Buena muestra de eso es que se habla de platos tales como jirones de pollo en salsa. De esta manera, se hace referencia al hecho de que esa carne aparece troceada.
En Perú, los jirones son vías urbanas de poca extensión, formadas por sectores entre esquinas o por algunas calles. Por lo general son tramos peatonales. El Jirón de la Unión, por citar un caso, se encuentra en el centro histórico de la ciudad de Lima. El jirón Áncash, el jirón Amazonas, el jirón Junín y el jirón Gamarra son otros jirones peruanos.
En el terreno de la heráldica, los jirones son figuras triangulares que tienen como base un borde del escudo y se extienden hasta el sector central de este. Cada jirón tiene una dimensión que resulta equivalente a una octava parte del total de la superficie del escudo: esto quiere decir que con los jirones es posible realizar ocho divisiones en un escudo.
Existen distintas teorías acerca del significado de los jirones en el citado campo de la heráldica. Así, hay unas que vienen a indicar que expresan que una familia contaba con el favor real, dados los éxitos cosechados por los caballeros. No obstante, hay otras que optan por establecer que con ellos se venía a destacar el pañuelo que las damas daban a los caballeros antes de que participaran en un torneo. Era una manera de desearles suerte y de que demostraran que contaban con el favor de aquellas.
Asimismo, hay que establecer que los jirones son muy habituales encontrarlos en escudos heráldicos de familias francesas, pero apenas aparecen en los de familias de origen español.
Además de todo lo expuesto, hay que añadir que la palabra que nos ocupa es muy habitual hallarla en canciones y poemas. Buena muestra de eso es la canción “Aprendiz” que interpreta Malú y que dice así: “Nunca creí que te vería remendando mis heridas con jirones de tu piel».
De la misma manera, otro ejemplo, es la rima XXIV de Gustavo Adolfo Bécquer que cuenta con los siguientes versos: “Dos jirones de vapor que del lago se levantan, y al juntarse allá en el cielo forman una nube blanca”.