El joropo es un baile y género musical típico de Venezuela que, con el tiempo, se expandió a las naciones vecinas. De acuerdo a la región, adquiere distintas características y contempla diferentes figuras.
Antes de avanzar, es importante mencionar que la noción de joropo también puede aludir a una fiesta o celebración doméstica. Sin embargo, lo más habitual es que el concepto se vincule a la danza y música tradicional.
Orígenes
Los orígenes del joropo pueden rastrearse en la mitad del siglo XVIII y están relacionados al fandango, un baile popular perteneciente a varias partes de España y de Hispanoamérica, y a la música melismática de origen árabe. Debemos aclarar que se entiende por melisma a la técnica que consiste en cantar diversas notas para una misma sílaba, extendiendo su duración tanto como desee el compositor o el intérprete; el concepto opuesto es la música silábica, que da a cada sílaba una sola nota.
De acuerdo con el investigador y musicólogo Rafael Salazar, que se especializa en la cultura musical del Caribe y Venezuela, el fandango se considera una danza que se originó en Guinea y fue por medio de la esclavitud que Antillas la recibió, con la llegada de las tantas personas que eran forzadas a dejar su tierra para trabajar dura e injustamente, en las minas y los campos. En la península ibérica tuvo una buena aceptación una vez que los conquistadores ofrecieron su propia versión, con diferencias y mezclas que dieron lugar a un nuevo tipo de fandango.
A pesar de esto, el Consejo de Castilla, sobre el cual únicamente tenía poder el mismísimo rey, prohibió esta danza en 1640. Volviendo al joropo, podemos decir que tomó como base el fandango pero lo enriqueció con elementos indígenas. En la ciudad de Caracas. los fandangos aparecieron a comienzos del siglo XVII, en las haciendas de la capital. Los instrumentos que se usaban en aquella época eran el cuatro, la bandola, el clavecín y la bandurria.
Gracias a la celebración de estas fiestas a cargo de los influyentes criollos de la Colonia, la música llegó a oídos de los campesinos de Venezuela, quienes no tardaron en aprenderla y fusionarla con sus propios ingredientes para dar lugar al surgimiento del joropo, usando las maracas, el arpa rústica y otros instrumentos que le aportaron un carácter propio. Poco a poco, su popularidad fue creciendo. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII el Real Consulado de Caracas emitió una sanción contra el joropo con ayuda de la Iglesia católica, argumentando que los movimientos y el contacto entre los bailarines tenían un carácter sexual. De hecho, impusieron una pena de dos años de prisión para quienes lo ejecutaran y de dos meses para el público.
Características generales
El joropo reúne a la gente y se destaca por su aire festivo. De esta manera puede decirse que contempla la fusión de una música específica, un tipo de baile y un evento de ocio. Además, esta manifestación cultural combina elementos indígenas, afroamericanos, europeos y criollos.
En el comienzo del baile aparece la figura del valsiao, donde las parejas abrazadas dan vueltas en espiral. Luego llega la figura del escobillao, con los bailarines de frente avanzando y retrocediendo cortos tramos. El zapatiao, en tanto, es la figura masculina donde el bailarín se encarga de que sus pisadas suenen.
Cabe resaltar que, en el joropo, hay pasos que se ejecutan abrazados, otros tomados de las dos manos, algunos de una sola mano e incluso pasos que se bailan sueltos. Desde 2014, el joropo forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación venezolana.
Es habitual que se distinga entre el joropo oriental, el joropo central y el joropo llanero. Cada uno tiene sus particularidades, generadas a partir del mestizaje y de los diversos desarrollos históricos de las regiones.