El concepto de lapicera se utiliza en varios países sudamericanos para aludir a diferentes elementos de características similares. De este modo, el significado de lapicera cambia según la región.
Una lapicera puede ser una pluma estilográfica, también conocida como pluma fuente o estilógrafo. Se trata de un dispositivo para escribir que tiene incorporado un cartucho o un depósito recargable con tinta líquida.
Por la presión atmosférica, la tinta se mantiene en el interior del cartucho o el depósito de la lapicera. Mediante la capilaridad, a su vez, el líquido pasa de dicho espacio al plumín que se desplaza sobre el papel para crear el trazo.
Se estima que los orígenes de este tipo de lapicera se remontan al siglo X. Con el paso de los años el sistema se fue perfeccionando. La facilidad y la fluidez de escritura son las características más destacadas de estas plumas.
La noción de lapicera, por otra parte, se utiliza para aludir al bolígrafo (denominado boli o birome en algunas regiones). Ese instrumento contiene una tinta especial en un tubo que, en su punta, presenta una pequeña esfera metálica que gira con libertad.
Con su propio movimiento mientras se desplaza la lapicera, la bolita dosifica la salida de la tinta. Para proteger la punta e impedir que manche, es habitual que el bolígrafo lleve una tapa o que cuente con un mecanismo para retraer el extremo.
Es interesante que los primeros bolígrafos del mundo fueron fabricados en Europa en el siglo XX. En concreto, fue en 1942 cuando se les dio forma a esos para luego empezar a llegar a otros rincones del mundo tales como Australia.
Además de lapiceras, esos bolígrafos también reciben otros nombres en otros lugares del planeta. Así, por ejemplo, en Honduras se les llama lápices tinta, en Bolivia se les conoce como puntabola y en Brasil o Portugal responden al nombre también de caneta.
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco que en España, concretamente en algunas de sus comunidades autónomas, también se utiliza el término que nos ocupa. En concreto, se emplea para hacer mención a lo que se conoce popularmente como portaminas. Este es un lápiz mecánico con el que se puede escribir o dibujar.
Funciona gracias a una mina, una vara de grafito muy delgada, que se introduce dentro de la citada lapicera y que es impulsada mecánicamente a través de un orificio para poder escribir. Minas esas que pueden encontrarse a la venta con diferentes diámetros para que puedan adaptarse a los trabajos que se vayan a realizar.
Tiene este portaminas la ventaja que no requiere hacer uso de sacapuntas. Y es que cuando la mencionada mina se acaba solo hay que introducir otra en ese instrumento, que tiene su origen allá por los comienzos del siglo XIX. Exactamente se sabe que fue creado en el año 1822 por John Hawkins y Sampson Mordan.
Lapicera, por último, puede referirse a un portaplumas: el mango en el que se instala una pluma de metal para dibujar o escribir.