Para poder conocer el significado del término liebre se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín, concretamente de “lepor, leporis”, que es equivalente a “conejo”.
Una liebre es un animal mamífero similar al conejo, aunque con patas y orejas más largas. Pertenece a la orden de los lagormofos (presenta dos pares de incisivos superiores) y se caracteriza por su gran velocidad.
Las liebres pueden medir más de veinte centímetros de altura y unos setenta centímetros de largo. Tienen la capacidad de correr a más de 60 kilómetros por hora y de saltar hasta 3 metros, por lo cual resulta una especie muy huidiza.
Se han reconocido más de treinta clases de liebres, que integran el género Lepus. Se llama liebre común a la Lepus europaeus, la especie más grande de este tipo que puede encontrarse en la Península Ibérica. La liebre común vive en mesetas y llanuras y se cobija en madrigueras de escasa profundidad.
Cabe destacar que la carne de liebre es valorada en muchos países. Es habitual que se emplee para elaborar diversos tipos de guisos y estofados.
En concreto, si hay mucha gente que consume la carne de liebre es porque esta tiene entre sus principales ventajas para el organismo el que es muy jugosa, que aporta una gran cantidad de vitaminas (B3, B6 y B12), que su calidad es superior a la carne de conejo y que también aporta minerales tales como el magnesio, el hierro o incluso el potasio.
Entre los platos más habituales que se preparan con la carne de este animal están la liebre estofada, la liebre al horno, el arroz con liebre, la liebre guisada con setas, los judiones con carne de liebre o el paté de liebre.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que hay una obra considerada clásica de la literatura de todos los tiempos que tiene como protagonista a la liebre. Nos estamos refiriendo a la fábula titulada “La liebre y la tortuga”, que fue escrita por Esopo.
El escritor español Félix María de Samaniego y el fabulista francés Jean de La Fontaine fueron los encargados de “versionar” la obra original y de permitir que ella llegara a multitud de generaciones de niños.
Una carrera entre los dos animales que le dan título es el eje central de la historia, con la que se habla de valores como el esfuerzo y la perseverancia.
En el lenguaje popular se construyen varias expresiones utilizando el término liebre, como “correr la liebre” (atravesar penurias económicas) o “saltar la liebre” (cuando se produce un hecho inesperado). Por ejemplo: “Este gobierno le está haciendo correr la liebre a millones de personas”, “Debemos tener cuidado para no hacer saltar la liebre”.
En el atletismo, por otro lado, se llama liebre al corredor que se encarga de marcar el ritmo en el inicio de carreras de media y larga distancia. Por lo general la liebre no completa el recorrido, sino que cubre una distancia ya preestablecida y luego se retira.