El primer paso que vamos a dar en pro de conocer el significado del término loa que ahora nos ocupa es descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos subrayar que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente de «laus, laudis», que puede traducirse como «alabanza». Y esa, a su vez, emana del verbo latino «laudere», que es sinónimo de «alabar».
Loa es el acto y resultado de loar: venerar, alabar. El término suele emplearse como sinónimo de elogio o halago.
Por ejemplo: «El discurso del presidente fue una loa al capitalismo más salvaje«, «El gobernador loa a los estudiantes durante su visita a la universidad», «El cantante se bajó del escenario entre loas y aplausos del público».
Otros términos que pueden funcionar como sinónimos de loa son encomio, apología, enaltecimiento, ensalzamiento e incluso panegírico. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras tales como menosprecio, crítica o diatriba, por ejemplo.
En el terreno de la poesía, la idea de loa hace referencia a una obra dramática de extensión reducida que enaltece, muchas veces de forma alegórica, a una personalidad o a un suceso. Una loa, en este marco, supone una celebración de algo.
Durante el llamado Siglo de Oro español, una loa era un diálogo, un prólogo u otro tipo de composición que se presentaba al inicio de una función teatral. Estas loas solían ofrecer un resumen del argumento. Tras el Siglo de Oro, las loas se convirtieron en piezas breves que funcionaban como introducción a una obra.
En el vudú, un loa es un espíritu que intermedia entre los seres humanos y la entidad sobrenatural conocida como Mawu o Bondye, una divinidad inaccesible para las personas. Los loas, que también son seres sobrenaturales, son las deidades que tienen contacto con los individuos y con el dios supremo.
Según las creencias del vudú, los sacerdotes de esta religión tienen la facultad de contactar a los loas. Así, los loas hablan a través de los clérigos.
De la misma manera, es importante que conozcamos que existe un animal que lleva en su nombre el término que nos ocupa. Nos estamos refiriendo al Loa Loa, que es un gusano parásito muy frecuente en África. Del mismo hay que destacar también que tiene una longitud que está entre los 4 y los 10 centímetros y que es el responsable de la llamada filariasis. Esta podemos establecer que es el nombre que reciben un conjunto de enfermedades parasitarias que pueden afectar tanto al ser humano como a otros animales.
Un río de Chile y una ciudad del estado de Utah (EE.UU.), en tanto, llevan el nombre de Loa, al igual que una embarcación chilena hundida en 1880 y otra peruana que naufragó al año siguiente.
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto tampoco que LOA son las siglas tras las que se encuentra el Laboratorio Oftalmológico Andaluz. Este es el único fabricante de lentes en toda Andalucía, cuenta con más de 20 años de experiencia y tiene su sede en Sevilla, concretamente en la localidad de San José de la Rinconada.
