Madre es la hembra o mujer que ha parido. Por ejemplo: “Ema se convirtió en madre hace una semana: dio a luz a mellizos”, “Siempre he soñado con ser madre, pero los años pasan volando y cada vez resulta más difícil quedar embarazada”, “Lucy dio a luz seis cachorritos, cinco de los cuales fueron dados en adopción”.
Las madres del grupo de los mamíferos, que incluye a los seres humanos, gestan a sus hijos en el vientre. El descendiente es primero un embrión, luego un feto y finalmente, cuando se ha desarrollado, nace tras la labor de parto cuando la madre da a luz. Cabe mencionar que no todas las mujeres pueden parir de forma natural, por lo que se someten a una intervención quirúrgica conocida como cesárea, que consiste en realizar un corte en la zona abdominal y en el útero para facilitar el nacimiento de sus hijos.
Madre más allá de la biología
El concepto de madre trasciende los límites de la biología. Las mujeres que adoptan, sea por infertilidad o por voluntad de colaborar con los millones de niños que esperan ansiosos un hogar, también se convierten en madres ya que cumplen la misma función que está vinculada a la mujer que da a luz.
Esto quiere decir que ser madre va mucho más allá del engendramiento en sí mismo, sino que incluye cuestiones como el amor, el cuidado y la atención.
Depresión posparto
La depresión posparto es una depresión de muy variada intensidad que afecta a las mujeres en un plazo máximo de un año luego de haber dado a luz, aunque por lo general tiene lugar durante el primer trimestre.
Con respecto a sus causas, nadie las ha delimitado con exactitud, aunque este tipo de depresión se suele relacionar con una serie de factores muy típicos del embarazo, como son los siguientes:
* cambios que sufre el cuerpo a nivel físico y hormonal, tanto por el embarazo como por el parto, con las consiguientes repercusiones en el ánimo;
* cambios a nivel social, dado que sus relaciones interpersonales se ven afectadas por su estado;
* falta de tiempo libre y de energías, en parte provocada por los trastornos del sueño;
* preocupación ante la posibilidad de no convertirse en una buena madre;
Se cree, por otra parte, que son más propensas a sufrir de depresión posparto quienes:
* sean menores de veinte años;
* consuman tabaco, alcohol o algún tipo de estupefaciente, lo cual también genera un importante riesgo para la salud del niño;
* no hayan planeado quedar embarazadas o hayan considerado seriamente someterse a un aborto;
* hayan tenido depresión o algún trastorno de ansiedad previamente o durante otro embarazo;
* vivan un suceso trágico o muy difícil de superar durante el embarazo o al momento de dar a luz, tal como puede ser la muerte de un ser querido, alguna complicación del parto o la noticia de una grave enfermedad en el recién nacido;
Desde el momento del parto y las siguientes dos o tres semanas, se da un fenómeno conocido como depresión puerperal, cuyos síntomas más comunes son la irritabilidad, la elevada sensación de ansiedad y la tristeza, que desembocan en lágrimas y confusión. Cuando dichos síntomas no desaparecen o cuando tienen lugar un mes o más luego del nacimiento, se puede hablar de depresión posparto.
Madre en la religión y como origen
Madre es, por otra parte, el título que se otorga a ciertas religiosas: “La Madre Teresa de Calcuta cumplió una gran labor humanitaria”, “Madre, me gustaría colaborar con donaciones para vuestra congregación”. El uso religioso del término se remonta a la consideración de la Virgen María como Madre de Dios.
La palabra también permite referirse al origen, la causa o la raíz de donde proviene algo: “La sorpresiva renuncia del entrenador fue la madre de todos los problemas que aquejan actualmente al equipo”, “Esta es la madre de todas las batallas”.