El mánager es el gerente o directivo de una empresa o sociedad. Se trata de una palabra de origen inglés (manager), que al ser escrita en español lleva tilde porque se convierte en una grave terminada en una letra que no es N, S ni vocal. Por otra parte, un mánager es el representante de un artista o deportista.
Como gerente, un mánager puede ser el director ejecutivo, el consejero delegado o el presidente ejecutivo de una organización. También suele ser reconocido con la sigla CEO, del inglés Chief Executive Officer. De esta forma, el mánager es la máxima autoridad de la gestión y de la dirección administrativa.
En las pequeñas empresas, el puesto de presidente y el de director ejecutivo suele recaer en la misma persona. Por lo tanto, quien sería el mánager se encarga tanto de la dirección corporativa (las estrategias generales) como de la dirección ejecutiva (la fase operativa de las estrategias).
El mánager como representante
Por otra parte, como representante, el mánager es la persona que se ocupa de los intereses de un deportista o de un artista profesional. Esto quiere decir que está a cargo de negociar sus contratos, de manejar su imagen y de garantizar que su representado se encuentre cómodo y conforme con sus obligaciones. Por otra parte, el mánager es el que realiza propaganda sobre el talento y la capacidad del artista o deportista en cuestión.
Hablando específicamente del mánager musical, debemos resaltar que se trata no sólo del administrador del cantante o del grupo al que representa, sino de su jefe, de la persona sobre la cual recae la responsabilidad de su éxito en general. Esto puede parecer injusto, ya que no es quien escribe las canciones ni compone las melodías, pero en un mundo tan grande y competitivo, el talento artístico no es suficiente si no se combina con la adecuada inserción en el mercado.
Parte de la autoridad que se asocia con el mánager musical se debe a sus contactos en la industria, algo que consigue por medio de la experiencia y del buen uso de sus habilidades comunicacionales. Debe ser capaz de correr riesgos, de llamar a personas con una influencia mucho mayor que la suya, de atreverse a pasar momentos incómodos con tal de cerrar negocios provechosos para su cliente. Con el correr de los años, un buen mánager se convierte en la llave del éxito, en una mina de oro imposible de rechazar para los jóvenes músicos que desean hacer conocidas sus canciones.
Funciones en la industria de la música
Las funciones del mánager musical son muchas, y entre ellas destacan las siguientes:
- Reservar conciertos: ésta es la función que más se conoce, porque es la que deriva en eventos que todos pueden ver. Si bien es fundamental para la vida de todo músico, lejos está de ser la única;
- Crear una estrategia: dado que el mánager debe introducir a su representado en un mercado, el primer paso es reconocer sus rasgos característicos, aquello que pueda usar para llamar la atención del público y de los inversores, y escoger la mejor forma de aprovecharlo;
- Promover al músico: como se menciona más arriba, si no se hace visible el trabajo del músico, entonces poco importa su talento a la hora de crear o ejecutar las obras, ya que «nadie las escuchará». Un buen trabajo en este aspecto debe repercutir en que los medios de comunicación y los fanáticos continúen promoviendo al artista, algo que puede tomar muchos años de esfuerzo y que sólo consiguen unos pocos.
Juegos de mánager deportivo
Por último, cabe destacar que existen diversos videojuegos, en especial para computadoras, que permiten que un jugador se ponga en la piel de un mánager deportivo.
Estos juegos son simuladores basados en la realidad, donde el usuario tiene que tomar diversas decisiones relacionadas con el manejo del club o del equipo.