La etimología de mancebo remite al latín vulgar mancĭpus, que puede traducirse como “esclavo”. El término tiene varios usos de acuerdo al contexto.
La primera acepción mencionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refiere a alguien joven. El concepto también se usa para hacer referencia a trabajadores de categoría inferior, aprendices o auxiliares.
Un mancebo, en este marco, puede ser un paje: un individuo que trabajaba al servicio de un rey o un noble. Estos mancebos solían ser niños o adolescentes que se encargaban del servicio interno de la residencia, realizando distintas tareas.
El paje o mancebo podía encargarse de la limpieza, de llevar las armas de su amo o de realizar tareas administrativas, por ejemplo. El paje de cámara, en tanto, servía a su señor en la habitación.
Los mancebos, por otra parte, pueden ser trabajadores domésticos o criados. En ocasiones, las condiciones laborales de estos empleados son precarias ya que no se respetan sus derechos.
En las colonias americanas, se conocía como mancebos de la tierra a los criollos: los descendientes nacidos en América de padres procedentes de Europa. El conquistador español Juan de Garay, por mencionar un caso, promulgó bandos para poblar las nuevas ciudades con mancebos.
Una mancebía, por otra parte, es un lugar donde se ejerce la prostitución. También llamada lupanar, burdel o prostíbulo, la mancebía cuenta con instalaciones para facilitar los encuentros íntimos entre las prostitutas y sus clientes.
Mancebo, por último, es un apellido que aparece en países de habla hispana. El ciclista español Paco Mancebo y el actor y dramaturgo mexicano Gerardo Mancebo del Castillo se apellidan de este modo.
Tampoco podemos dejar de mencionar al escritor morisco Mancebo de Arévalo, nacido alrededor del 1500 en España. Recordemos que los moriscos fueron aquellos musulmanes de la península ibérica bautizados luego de la conversión a la que habían sido sometidos a partir del año 1502. La ciudad en la que nació es Arévalo, lo cual probablemente explica su apellido, y era mancebo de alguien, es decir sirviente, razón de su nombre de pila.
Quienes lo conocieron tenían una opinión muy favorable de él. Por ejemplo, señalaban su experiencia y dominio de las lenguas arábiga, latina, griega y hebraica. También destacaron su destreza en la escritura con caracteres árabes de lenguas extranjeras, un concepto que se denomina aljamía. Por ejemplo, en muchos textos árabes hay fragmentos romances que se encuentran escritos con el alfabeto árabe. La literatura que produjeron los musulmanes de Castilla y Aragón en la época de Mancebo de Arévalo, de hecho, se conoce con el nombre de aljamiado-morisca, precisamente por haber hecho un uso extensivo de esta técnica.
De acuerdo con una de las teorías que se han expuesto acerca de la identidad de este escritor, se cree que su verdadero nombre era Gutierre y que pertenecía a una familia de mercaderes, además de contar con una posición destacada entre los moriscos de su pueblo y renombre en las instituciones locales.
También se cree que viajó por todo el país trabajando en el transporte de mercancías, un oficio que se conoce por varios nombres, entre ellos arriero y carretero. Otra de sus ocupaciones fue la pocería, o sea que hacía pozos a cambio de dinero. Con respecto a la aljamía, la usó para escribir varias de sus obras en castellano, todas ellas con un estilo enigmático y un tono oscuro, centrado en la religión y con un gran número de neologismos.
En sus libros exploró el islam desde una perspectiva evidentemente judía y cristiana, algo que lleva a muchos a pensar que a lo largo de su vida haya pertenecido a las tres religiones, en primer lugar por la fuerza y luego por decisión propia, aunque de manera clandestina.