Lo primero que vamos a indicar es el origen etimológico del término matriarcado que ahora nos ocupa. En concreto, podemos exponer que se trata de una palabra que es el resultado de la suma de los siguientes componentes léxicos:
-El sustantivo del latín “mater”, que significa “madre”.
-El elemento griego “arche”, que se usa para indicar “poder” o “principio”.
-El sufijo latino “-ado”, que se emplea para mostrar “resultado”.
La noción de matriarcado alude a una forma de organización social en la cual las mujeres ostentan el poder. Por extensión, se llama matriarcado a la preponderancia femenina en un grupo.
Suele afirmarse que en ciertos pueblos primitivos se desarrollaron matriarcados. Sin embargo, hay quienes aseguran que no existen evidencias históricas respecto al predominio generalizado de la mujer sobre el hombre en ninguna comunidad.
La idea de matriarcado, de todos modos, alude a un tipo de sociedad que tiene a la mujer ocupando el rol principal en cuanto a la gestión de la política, la economía y la vida familiar. Lo opuesto es el patriarcado, donde el hombre dispone del control y la autoridad.
Aunque la igualdad de género avanza en todo el mundo, la mayoría de las sociedades actuales son patriarcales. Numerosos estudios demuestran que los hombres ocupan los cargos superiores y ganan más dinero que las mujeres. En un matriarcado, la situación sería inversa.
Más allá del debate sobre la existencia de algún matriarcado a lo largo de la historia, los antropólogos reconocen la matrilinealidad y el matrilinaje en diferentes grupos. Una organización matrilineal, en este marco, está basada en la prevalencia de la línea materna. Esto quiere decir que la adscripción de posesiones e incluso el prestigio social llegan por la vía de la madre y no del padre.
De cualquier forma, el matrilinaje no implica un matriarcado, aunque el matriarcado incluye al matrilinaje. En un matriarcado, la mujer asume la conducción y fija las bases de las interacciones sociales, quedando el hombre subordinado a ella.
En la actualidad se considera que el mayor matriarcado, la sociedad matriarcal más extensa, que existe en estos momentos está en Sumatra, en Indonesia. Esa citada sociedad responde al nombre de los Minangkabau, que cuentan con unos 4,2 millones de miembros.
Se basa en que la mujer transmite el Adat, que es la filosofía que reina en ella y que se identifica porque es más importante ser que tener. Asimismo, en dicha sociedad su estructura está compuesta por clanes matrilineales y las propiedades se heredan por vía de la mujer. Es más, al parecer cuando una pareja se casa, es el marido el que tiene que mudarse a vivir a la casa de su esposa. Eso sin pasar por alto que es la familia de ella la que le paga una dote a la familia de él.
Asimismo, otro ejemplo de matriarcado es el que existe en el Tíbet. Nos estamos refiriendo a los Mosuo, que es una sociedad en la que en cada casa hay una matriarca y donde los bienes se heredan por la línea de la mujer también.