Un microcrédito es un préstamo de monto reducido que apunta a favorecer la inclusión social y a mitigar una situación de pobreza. Por lo general su tasa de interés es reducida y se otorga con poca garantía o incluso sin ella.
El término se forma con dos componentes: el elemento compositivo micro– (que alude a aquello que es muy pequeño) y el sustantivo crédito (el dinero que se presta acordando ciertas condiciones para su devolución). El concepto suele asociarse a las microfinanzas: los servicios financieros orientados a microempresas e individuos de bajos ingresos.
Historia del microcrédito
La historia del microcrédito comenzó en el siglo XVIII. Si bien ya existían los llamados créditos populares, se considera que la noción fue acuñada por el escritor irlandés Jonathan Swift (1667–1745), célebre por su obra «Los viajes de Gulliver».
Swift, quien también era sacerdote anglicano, impulsó la creación de los Irish Loan Funds en 1721 para ayudar a paliar la pobreza existente en su nación tras una hambruna. A través del sistema ideado por Swift se otorgaban préstamos de entre 5 y 10 libras, sin intereses.
También en Irlanda y en el siglo XVIII, la Sociedad Musical de Dublín comenzó a otorgar préstamos de hasta 4 libras, utilizando para financiarlos las ganancias de sus presentaciones artísticas. Ya en el siglo XIX, los microcréditos irrumpieron en Alemania a través de cooperativas rurales que otorgaban préstamos pequeños apelando al ahorro de sus socios como capital.
Más cerca en el tiempo, los microcréditos tuvieron un gran impulso gracias a Muhammad Yunus, fundador del Banco Grameen en 1976. Esta institución bangladesí es conocida como el «banco de los pobres» ya que financia a campesinos que no pueden acceder a los bancos tradicionales por no cumplir con los requisitos vinculados a las garantías. Gracias a su contribución a la inclusión financiera y al empoderamiento económico, Yunus y el Banco Grameen fueron galardonados en 2006 con el Premio Nobel de la Paz.
Principales características
Los microcréditos son préstamos de cuantía acotada con tasas de interés bajas. Suelen ser otorgados por bancos comunitarios o cooperativas de crédito y generalmente se dan a un emprendimiento social debido a que su finalidad es contribuir a la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible.
Por sus características, se los menciona como un producto de la banca para los pobres. También se lo enmarca en la economía solidaria y en las finanzas éticas.
Un microcrédito puede tratarse de un crédito sin garantía o que se respalda en garantías solidarias. Son préstamos con alto impacto social que permiten poner en marcha microemprendimientos y que en muchas regiones ayudan al desarrollo rural al potenciar la agricultura a pequeña escala.
También se destaca que los microcréditos permiten crear trabajo digno y logran una reducción de la desigualdad. La instauración de mercados financieros alternativos al de los grandes bancos comerciales hace que las personas que no están bancarizadas puedan recibir financiamiento.
Es importante diferenciar entre los microcréditos y los minicréditos. Mientras que los microcréditos se orientan a favorecer la producción y la actividad laboral, los minicréditos se enfocan al consumo y suelen tener tasas de interés muy elevadas.
En este punto hay que indicar que los microcréditos habitualmente son concedidos por entidades sin fines de lucro. No obstante, en los últimos años han crecido las compañías financieras que ofrecen microcréditos con un afán lucrativo, buscando beneficios al fijar los tipos de interés.
Tipos de microcrédito
Los microcréditos pueden clasificarse de varios modos. Una distinción frecuente se realiza entre los microcréditos individuales y los microcréditos grupales.
Un microcrédito individual se otorga a un emprendedor que necesita financiamiento para la adquisición de un activo para su negocio o que requiere de capital de trabajo. Un microcrédito grupal, en cambio, se entrega a un conjunto de sujetos que se organizan para comprar un bien o iniciar o fortalecer un emprendimiento. Estos préstamos grupales sirven para impulsar las economías locales.
Otra clasificación, tomada en cuenta por el Banco Central del Ecuador, diferencia entre el microcrédito de subsistencia (para trabajadores cuentapropistas y grupos con garantía solidaria), microcréditos de acumulación simple (brindados por cooperativas locales) y microcréditos de acumulación ampliada (que proporcionan cooperativas y bancos). Estas clases de microcréditos se definen por la cuantía de los préstamos y por el nivel de ventas del receptor.
Ventajas y desventajas
Las ventajas de los microcréditos son numerosas para quienes solicitan estos préstamos. La más notoria es que no se pide garantía o se acepta una mínima, lo que contribuye a la inclusión financiera.
Por otra parte, se pueden tramitar de manera sencilla. La gestión es simple y suele completarse con rapidez ya que es flexible y con escasos requisitos formales.
Otra ventaja es que su tasa de interés es fija, con lo cual el costo final se sabe desde el inicio.
Como puntos en contra, la facilitad de tramitación y los pocos requisitos pueden llevar a un sobreendeudamiento cuando se toman microcréditos de dos o más entidades de manera simultánea. Otro aspecto a considerar es que un individuo puede destinar los fondos a un propósito distinto al original, con lo cual el microcrédito pierde su función social.