La raíz etimológica de monocromo se halla en el vocablo griego monóchrōmos. Monocromo es un adjetivo que se emplea para calificar a aquello que tiene un único color.
Cuando algo presenta una sola tonalidad, por lo tanto, se lo menciona como monocromo o como monocromático. Tomemos el caso de una camiseta verde: la totalidad de su superficie es de dicho tono, sin ningún detalle o dibujo. Debido a esa característica, puede decirse que se trata de una camiseta monocroma.
En ocasiones el término se usa para aludir a un elemento con un color ampliamente predominante, aunque puede contar con zonas diferentes. Puede afirmarse que un automóvil rojo es monocromo por la pintura de su carrocería, pese a que los neumáticos, los paragolpes (parachoques) y las manijas de las puertas sean de color negro.
La idea de monocromo también puede aparecer cuando hay dos tonos. Suele decirse que una imagen en blanco y negro es monocroma. Un monitor monocromo, en este marco, es un dispositivo que combina negro y verde en su pantalla. Hasta mediados de la década de 1980, las computadoras (ordenadores) solían utilizar estos monitores.
Durante las primeras épocas de la computación, los monitores monocromos fueron muy comunes y de hecho han quedado grabados en la memoria de quienes eran niños o adolescentes por aquél entonces, al punto de ser la primera imagen que les viene a la mente cuando piensan en el concepto de «monitor». Estamos hablando de un periodo que duró desde la década de los años 60 hasta la de los 80, cuando comenzaron a aparecer los monitores de color.
Es importante mencionar que el monitor monocromo no fue reemplazado inmediatamente por el de color en el mercado, sino que tomó unos cuantos años que el público general hiciera la inversión económica necesaria para adoptar esa nueva tecnología que, de todos modos, fue creciendo exponencialmente hasta la década de los 90, ofreciendo cada año más resolución y cantidad de colores.
Para ciertas tareas en las cuales no fuera necesario usar imágenes sino que se priorizara el texto, el monitor monocromo era más que suficiente. De hecho, incluso en la actualidad es común su uso en contextos tales como los supermercados, para las máquinas registradoras. Cabe señalar que la definición de los monocromos era superior que la de los primeros de color.
A diferencia de la tecnología del monitor de color, que permite la reproducción de texto y gráficos con muchos colores por medio del uso de diferentes niveles de intensidad de fósforos en los tres colores primarios de la luz (rojo, verde y azul), la que usan los monocromos tienen solamente un color de fósforo. En su época era común que la gente se refiriese a este producto como pantalla de fósforo.
Es posible conseguir tres versiones de monitores monocromos, cada uno con un color diferente: verde, ámbar o blanco, según se use el fósforo P1, P3 o P4, respectivamente. Este último, el fósforo P4, es el mismo que usaban los televisores más antiguos. Si bien hay quienes aseguran que el monitor ámbar es el menos perjudicial para la vista, ya que reduce el cansancio ocular, no se trata de una afirmación que haya sido probada científicamente.
Como se puede advertir, más allá de la definición precisa de monocromo, el concepto puede esgrimirse con referencia a objetos de más de un color. Por lo tanto se debe entender la noción en su contexto.
La luz monocromática, por otro lado, se forma con componentes de una única tonalidad. Por eso también tiene una longitud de onda única que corresponde a dicho tono. La luz blanca, en cambio, se desarrolla con múltiples componentes.