Para abordar el término monotributo que ahora nos ocupa, vamos a determinar, en primer lugar, su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que es una palabra conformada a partir de la suma de otras dos:
-El vocablo «mono», que deriva del griego «monos», que puede traducirse como «uno».
-El sustantivo «tributo», por su parte, emana del término latino «tributum». Término este que, a su vez, procede del verbo «tribuere», que significa «distribuir» o «repartir».
El término monotributo no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, su uso es habitual en la República Argentina ya que así se denomina a un régimen tributario orientado a los trabajadores independientes.
El monotributo se basa en el pago de una cuota mensual de valor fijo que reúne dos obligaciones tributarias: el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto a las ganancias. Además incluye los aportes al régimen previsional. La persona, con su cuota, también abona una obra social.
Quien está inscripto en el monotributo, por otra parte, puede emitir facturas por sus servicios o por los productos que vende. De este modo, el trabajador se encuentra habilitado legalmente a desarrollar su actividad, cuenta con una cobertura médica y dispone de acceso a una jubilación.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el organismo que se encarga de todo lo vinculado al sistema impositivo en Argentina, define al monotributo como un régimen simplificado y unificado. Esto se debe a que el contribuyente, con único pago al mes, cumple con sus obligaciones con el fisco y de seguridad social.
Es importante tener en cuenta que el monotributo se estructura en escalas. El individuo debe considerar diversos parámetros (como sus ingresos brutos, la energía que consume y la superficie dedicada a la actividad) para saber en qué categoría debe encuadrarse y pagar la cuota correspondiente a dicha categoría. Si supera los topes establecidos en la categoría más alta, ya no puede pertenecer al monotributo, sino que debe registrarse en el llamado Régimen General.
Otros datos de interés acerca del monotributo que ahora nos ocupa son los siguientes:
-Fue creado en la década de los años 90. En concreto, en 1998 a través de la Ley 24.977.
-Las mencionadas categorías o escalas en las que se distribuyen los contribuyentes en cuanto al monotributo se encuentran identificadas por letras. Así, la A es la categoría en la que se incluyen los contribuyentes con menos ingresos mientras que en la L es donde se encuentran los que cuentan con mayor número de ingresos.
-De la misma manera, no hay que olvidar que en Argentina hay versiones locales del monotributo. Así, esas pueden encontrarse, por ejemplo, en la provincia de Córdoba.
-En el año 2009 en el mencionado país americano su presidenta en aquel momento, Cristina Fernández de Kirchner, determinó la creación de un monotributo social agropecuario. Con ese lo que se pretendía era poder regularizar la situación de los pequeños agricultores. No obstante, dicha medida no tuvo mucho éxito y acabó desapareciendo en 2018.