Nanopartícula es el nombre que recibe cada partícula cuyas dimensiones son menores a cien nanómetros. Este microscópico recurso es de interés científico dado el enorme y diverso campo de aplicación que poseen estas partículas pequeñas muy valiosas, por ejemplo, en el ámbito de la medicina.
Si bien gozan de una gran notoriedad en la actualidad y el avance de la tecnología permite distinguir y aprovechar al máximo las bondades de las nanopartículas, su historia se remonta a la antigüedad. Se cuenta que, ya durante el siglo IX, hubo artesanos que, en la región de Mesopotamia, apelaron tanto a la nanopartícula de cobre como a la nanopartícula de plata a fin de darles una apariencia reluciente a las piezas elaboradas en cerámica.
Es interesante mencionar, además, que la nanociencia (disciplina que estudia fenómenos biológicos, físicos o químicos que se desarrollan a escala nanométrica) empezó a gestarse a partir de observaciones, investigaciones y descubrimientos que efectuó el científico de origen británico Michael Faraday.
Tipos de nanopartículas
Se han identificado, a lo largo de las últimas décadas, múltiples tipos de nanomateriales cuyas nanopartículas se engloban en categorías concretas en función de sus propiedades, sus modos de creación y su conformación, entre otras variables.
Es posible diferenciar, a grandes rasgos, entre nanopartículas de base metálica (como los quantum dots y la nanopartícula de oro), nanopartículas de base de carbón (reconocibles por su apariencia tubular, esférica o elipsoidal, entre otros rasgos) y dendrímeros (una variedad de polímero tridimensional que le imprime un sello único al rubro de los nanomateriales).
El listado de opciones abarca, incluso, a la nanocáscara o nanocapa, la nanopartícula orgánica, la nanopartícula polimérica, la nanopartícula mesoporosa y la nanopartícula híbrida, por agregar referencias.
Entre las nanopartículas que se han formulado hasta el momento sobresalen, además, aquellas de raíz biodegradable. Al respecto es enriquecedor indicar que existen ya productos biodegradables constituidos a base de nanopartículas de plata que se valoran en procedimientos vinculados a la conservación de alimentos gracias a su poder antimicrobiano.
Propiedades
Cada nanopartícula es analizada con el propósito de determinar sus características y evaluar su potencial para distintos campos de aplicación.
Con frecuencia salen a la luz las propiedades ópticas de estas pequeñas partículas que, entre otros rasgos distintivos, tienen una notoria tolerancia a fuertes tensiones de orden externo. También pueden sumar fortaleza como refuerzo en el caso de ser nanopartículas de arcilla complementando a alguna matriz de polímero. Se han distinguido, por sumar precisiones, propiedades térmicas que convierten en recursos convenientes para el rubro termosolar a los nanofluidos que se basan en nanopartículas metálicas.
El confinamiento cuántico (que puede llegar a producirse en una o más dimensiones) es responsable, en tanto, de propiedades eléctricas, electrónicas, magnéticas, ópticas y electromagnéticas.
Hay que remarcar, por último, que ciertas clases de nanopartículas, incluso, evidencian propiedades antioxidantes.
Novedades y aplicaciones recientes de las nanopartículas
El constante compromiso de muchos científicos por investigar y encontrar nuevos y mejores beneficios al usar nanopartículas genera, con cierta frecuencia, anuncios oficiales en materia de novedades y flamantes aplicaciones de este tipo de partículas.
Los tratamientos contra diferentes clases de cáncer, en concreto, están revolucionándose desde que se han estado haciendo pruebas y se van aprobando algunas prácticas a base de nanopartículas. Con ellas se alimenta la esperanza de pacientes que padecen un grado avanzado de tumor y no tuvieron resultados favorables con las terapias que se les recomendaron. Se ha determinado que el empleo de nanopartículas es efectivo para la administración de un tratamiento focalizado e inteligente orientado a la reducción y el control de tumores.
Por otra parte, se está posicionando a un método basada en una ablación fototérmica de carácter focal que se dirige por nanopartículas como una alternativa eficaz para erradicar células cancerosas en organismos de hombres diagnosticados con cáncer de próstata localizado. Tampoco hay que pasar por alto la nanoterapia que puede salvarle la vida a gente con problemas cardiovasculares ya que se desarrolló una técnica que, gracias a las nanopartículas, disuelve la placa que tapa a las arterias y las desinflama, minimizando así las chances de sufrir un ataque al corazón.
El combate de la obesidad y la prevención de la contaminación microbiana son otras cuestiones que encuentran un camino prometedor de la mano de las nanopartículas que, así como brindan un gran número de ventajas, pueden llegar a impactar negativamente en el desarrollo embrionario, según se desprende de un informe científico.
Todavía queda mucho por descubrir y aprender en relación a las nanopartículas, pero como hay indicios de posibles consecuencias y daños con chances de perjudicar al medioambiente o a los seres vivos se están profundizando los estudios y las medidas de precaución. En este contexto, se ha puesto la lupa de los investigadores en los usos y efectos del nanotubo de carbono y en la seguridad de las nanopartículas en cosmética, por ejemplo.