Norma es un término que proviene de un vocablo latino traducible como “escuadra”. La noción puede aludir a la regla que debe observarse para ajustar la acción y el comportamiento a lo adecuado u obligatorio.
Se denomina convivencia, en tanto, al acto y resultado de convivir. Este verbo refiere a vivir junto a otros o, más específicamente, a la coexistencia pacífica y armónica.
Qué son las normas de convivencia
Las normas de convivencia, en este marco, son las pautas que regulan las interacciones de un conjunto de individuos en una comunidad o en un ámbito específico. Se trata de indicaciones que apuntan a controlar o moderar la conducta para minimizar los conflictos.
Lo habitual es que las normas de convivencia se basen en valores como el respeto, la solidaridad y la responsabilidad. De esta manera, se establece una especie de código que debe acatarse para que exista la armonía.
La importancia del contexto y de la coherencia
Debe tenerse en cuenta que las normas de convivencia tienen validez según el contexto. Si bien pueden considerarse ciertas pautas generales, no son demasiadas las reglas que pueden aplicarse con éxito en todos los entornos.
Por otro lado, las normas de convivencia tienen que guardar coherencia entre sí. No deben ser contradictorias ni opuestas, ya que de lo contrario la convivencia puede verse afectada.
Hay que mencionar, asimismo, que las normas sociales surgen de un consenso. No es posible fijar una obligación a partir de la voluntad de una sola persona, o al menos es probable que su cumplimiento, en ese caso, sea muy reducido.
Ejemplos de normas de convivencia
Las normas de convivencia suelen estar recogidas en un reglamento o en algún otro tipo de documento. Así se facilita la transmisión o comunicación y existe una fuente de consulta.
Sin embargo, en algunas ocasiones las normas de convivencia se informan por vía oral. El ejemplo más claro es lo que ocurre en una casa de familia. Es frecuente que los padres establezcan las normas de convivencia, fijando los horarios de las comidas, señalando a qué hora deben acostarse los niños, prohibiendo los ruidos molestos en determinados horarios, etc.
Como se puede advertir, las normas de convivencia en una vivienda familiar no se construyen por consenso, sino que emanan desde la autoridad. Los niños, pues, están obligados a obedecer aunque no estén de acuerdo ni hayan participado de la conformación de las reglas.
Las normas de convivencia son muy relevantes en los centros educativos. Dirigirse a los demás con respeto, no cometer agresiones y cumplir con un código de vestimenta son algunas de las normas frecuentes. En una oficina, por otro lado, las normas de convivencia suelen vincularse al uso del espacio común, como la obligación de mantener limpia la zona de trabajo o de no entorpecer la labor del resto.
Las consecuencias de incumplir las normas de convivencia pueden ser muy variadas. Si retomamos el ejemplo de una familia, los padres pueden imponer distintos castigos a los hijos (como quitar el acceso a un videojuego o impedir una salida). En escuelas y empresas, las sanciones pueden ir de la suspensión a la expulsión o el despido.