La obsolescencia refiere a la cualidad de obsolescente. Este adjetivo hace mención a algo que se está volviendo obsoleto, antiguo o arcaico y que, por lo tanto, cae en desuso.
Al establecer el origen etimológico del término, descubrimos que emana del vocablo latino obsolescens, que puede traducirse como «algo que ha pasado a dejar de usarse».
Por ejemplo: «La obsolescencia de los teléfonos móviles o celulares de gran tamaño es evidente», «Lamento informarte que la máquina que acabas de comprar pronto caerá en la obsolescencia», «Las empresas tecnológicas sacan provecho de la obsolescencia de los productos: así pueden vender sus nuevos modelos».
Obsolescencia de un dispositivo
Existen diversos factores que generan la obsolescencia de un dispositivo, una máquina o una tecnología. La causa más común de obsolescencia es el desarrollo de nuevos sistemas que ofrecen un funcionamiento superior, lo que lleva a la gente a volcarse a las novedades y dejar de lado aquellos equipamientos que utilizaban hasta entonces.
Podemos entender el concepto a partir del reemplazo de la máquina de escribir por la computadora (ordenador). Hasta la aparición de la computadora personal (PC), la gente utilizaba la máquina de escribir como el mejor mecanismo para redactar cartas, documentos, libros, etc. Con la aparición de la computadora y sus ventajas (posibilidad de borrar antes de imprimir, diferentes tipografías), la máquina de escribir empezó a sufrir la obsolescencia.
La dificultad para encontrar repuestos (algo frecuente con los automóviles), la moda (que es impulsada desde la publicidad) y la presión social (las nuevas máquinas permiten alcanzar un cierto status social) son otras cuestiones que inciden en la obsolescencia de los productos y que favorecen el recambio por parte de los consumidores.
La noción vinculada a los fármacos
No obstante, existen otros casos de obsolescencia. Así, por ejemplo, en el caso de los fármacos y medicamentos estos dejan de poder usarse porque se encuentran conformados por una serie de componentes que tienen una fecha de caducidad.
Sin embargo, es cierto que, en algunos casos, se ha generado polémica ya que diversos laboratorios han procedido a establecer un tiempo menor de uso de sus productos para que así los consumidores se vean en la necesidad de comprarse otros al no darles plazo suficiente para gastarlos. De esa manera, las industrias farmacéuticas pertinentes han aumentado su riqueza.
La obsolescencia programada
Además de todo lo expuesto no podemos obviar tampoco que existe lo que se conoce como obsolescencia programada. Este es un término que se emplea para referirse a la planificación que se realiza de que una máquina o utensilio en cuestión va a dejar de utilizarse y se va a sustituir por otro.
Este tipo de obsolescencia no es bien vista en muchos casos. ¿Por qué? Porque se realiza con el objetivo de generar y conseguir beneficios económicos, en detrimento del medio ambiente. Y es que consiste en generar un consumismo que no tiene en cuenta factores como el reciclaje y que genera unos importantes niveles de contaminación al respecto.