La sigla OLED proviene de la expresión inglesa organic light-emitting diode; es decir, “diodo orgánico de emisión de luz” o “diodo de emisión de luz orgánica”. Así se denomina al diodo fabricado con materiales orgánicos capaces de reaccionar frente a un estímulo eléctrico.
La tecnología OLED, por lo tanto, no recurre a semiconductores ni a metales. Su película orgánica es electroluminiscente: al recibir la electricidad, genera y emite luz.
La estructura de un OLED presenta una capa de conducción y una capa de emisión, ambas fabricadas con polímeros o moléculas que pueden conducir la electricidad. Sony, LG, Apple y Samsung son algunas de las empresas que han apelado a este recurso en distintos dispositivos.
Con los OLED se han producido monitores, televisores, pantallas de teléfonos celulares (móviles) y carteles publicitarios, por ejemplo. Entre las ventajas que se le atribuyen frente a las pantallas de led o LCD, se suele mencionar su flexibilidad y su delgadez.
Los OLED, por otra parte, consumen menos electricidad (ya que no requieren de una retroiluminación) y permiten un rango amplio de contraste y colores.
Además de las ventajas citadas, no podemos pasar por alto que la tecnología OLED trae consigo otra serie significativa de beneficios, entre los que hay que destacar los siguientes:
-En el futuro se prevé que la fabricación de los sistemas que cuenten con ella va a ser mucho menos costosa que otros de características similares.
-De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco que, sin lugar a dudas, los televisores y demás aparatos que cuentan con ella ofrecen una mayor calidad de imagen.
-Asimismo, hay que hacer hincapié en resaltar que el tiempo de respuesta de un píxel en lo que es un panel de clase OLED es muy superior. En concreto, es de 0,01 ms.
-En esta lista de beneficios de la tecnología OLED también hay que incluir el hecho de que sus paneles cuentan con menos grosor que otros que disponen de otra tecnología.
Entre sus desventajas podemos destacar, por su parte, algunas como las siguientes:
-Tienen una vida útil mucho más corta que la de otros sistemas que puedan existir. Así, mientras que un panel de tipo TFT tiene una vida de entre 25.000 a 40.000 horas, uno de tipo OLED posee unas 14.000 horas.
-También hay que establecer que los paneles OLED se estropean con más facilidad y que se pueden romper por completo si entran en contacto con el agua.
-Además, es necesario saber que los paneles que nos ocupan degradan a mayor velocidad lo que es el color azul que otros paneles con tecnología diferente.
Si se compara específicamente un OLED con un led, el OLED ofrece mayor eficiencia, rapidez y brillo. El led, por su parte, es más barato y tiene una durabilidad hasta cinco veces superior que el OLED.
Es importante tener en cuenta que, mientras que un televisor led necesita de los ledes para la retroiluminación de la pantalla, en un televisor OLED son los propios diodos orgánicos los que forman la pantalla y la iluminan.