Otaku es un concepto de la lengua japonesa que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). En tierra nipona, un otaku es alguien que siente fascinación o atracción por un cierto tema.
Trascendiendo lo que sucede dentro de esta nación asiática, se emplea la noción de otaku para nombrar a la persona que admira ciertos elementos de la cultura de Japón, como las historietas conocidas como manga o los dibujos animados que reciben el nombre de anime.
En el mundo occidental, por lo tanto, un otaku es un individuo al que le gustan diversos rasgos de la cultura japonesa. Por ejemplo. «Mañana los otakus de la ciudad se reunirán en la plaza para realizar una fiesta», «Mi hijo dice que es otaku: le encantan las producciones animadas de Japón», «El concurso elegirá al otaku mejor disfrazado».
Los otakus como tribu urbana
En ocasiones, el término otaku se usa para nombrar a una tribu urbana que engloba a quienes son verdaderos fanáticos del anime, el manga, el cosplay, etc. En estos casos, la mayoría de las actividades de los otakus giran en torno a la cultura japonesa, e incluso suelen disfrazarse como sus personajes favoritos.
Los otakus, por lo tanto, pueden vincularse a otras tribus urbanas, como los punks o los darks. Se trata de grupos disímiles (algunos más ideologizados que otros) pero que comparten la particularidad de reunir a adolescentes y jóvenes que tienen un cierto interés en común y que desarrollan un sentido de pertenencia al conjunto. De este modo, todos los miembros de la tribu se visten de manera similar, comparten una jerga, etc.
Exigencias y requisitos
La cultura de los otakus se caracteriza por su alto nivel de exigencia y su poca flexibilidad: en el extremo más dominado por las comunidades de fanáticos, existen una serie de reglas inquebrantables que convierten a los divergentes en personas menos inteligentes y no aptas de ser consideradas otakus; por ejemplo, no está bien visto ver una serie de anime doblada, sino que sólo resulta aceptable el uso de subtítulos. Si bien es cierto que los doblajes hacen que se pierda un gran porcentaje del contenido original, los subtítulos tampoco permiten conservar la experiencia intacta y, además, cada uno debería poder escoger cómo disfrutar de sus programas favoritos.
Los japoneses se destacan por ser personas generalmente disciplinadas y muy perfeccionistas, y esas cualidades se suelen percibir en la mayoría de los otakus. La dedicación de un otaku por sus actividades y contenidos preferidos es generalmente mayor a la de una persona que se interesa por otras culturas. Los dibujos animados y los cómics japoneses generan una especie de adicción en sus seguidores, una relación que trasciende los límites de la ficción y la realidad.
Se espera que un otaku disfrute de varios aspectos de la cultura japonesa, además de las creaciones artísticas antes mencionadas. Entre sus actividades comunes pueden encontrarse la adquisición de artículos comestibles provenientes de Japón en tiendas especializadas, la compra de utensilios y prendas de vestir tales como palillos y gorros con orejas, las reuniones con otros otakus para intercambiar todo tipo de información de su país favorito y el cosplay.
Los otakus y el cosplay
El cosplay (contracción de las palabras inglesas costume play, que pueden traducirse como obra de disfraces) es una moda que invita a sus participantes a disfrazarse de sus personajes favoritos, o bien a representar diferentes ideas a través de su vestimenta.
Existen en varios países competencias de cosplay que resultan muy atractivas y desafiantes: la confección de los trajes y los accesorios puede tomar mucho tiempo y dedicación, aunque esto nunca hace dudar a un auténtico otaku. Entre los concursos más importantes se destacan el World Cosplay Summit, en Japón, y el Yamato Cosplay Cup, en Brasil.