En el griego es donde nos encontramos el origen etimológico de la palabra palíndromo. Tenemos que exponer que se trata de un término que se halla conformado por la suma de dos elementos de dicha lengua:
• “Palin”, que puede traducirse como “de nuevo”.
• El sustantivo “dromos”, que es equivalente a “pista de carrera”.
Un palíndromo es un término o una expresión que puede leerse tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda (es decir, expresa lo mismo al ser leído de manera tradicional o al revés). Se trata del equivalente a lo que, respecto a los números, se conoce como capicúa.
Ejemplos de palíndromos
Por ejemplo: “Anita lava la tina” es un palíndromo ya que, si invertimos el orden de las letras, aún se seguirá leyendo la misma expresión. Por supuesto, cualquier cambio (por mínimo que sea) en la estructura de la oración, terminará con el palíndromo. De este modo, “Ana lava la tina” o “Anita lava una tina” no son palíndromos.
Más allá de las frases, hay palabras que son palíndromos en sí mismas. Ese es el caso de “ala”, “ananá”, “oro”, “dad” y “acá”, entre muchas otras. Lo habitual es que las palabras que resultan palíndromos tengan pocas letras, aunque hay excepciones (como “sometemos”).
Uso del recurso en la literatura
Muchos escritores han mostrado su interés por los palíndromos, creando una gran cantidad de expresiones de este tipo. El cubano Guillermo Cabrera Infante, el español Víctor Carbajo y el argentino Juan Filloy son algunos de ellos.
Entre las obras literarias, ya sean poemas o narraciones, que utilizan palíndromos podríamos destacar las siguientes:
• “Cancionero llamado Sarao de Amor”. El escritor del siglo XVI Juan de Timoneda es el autor de este trabajo donde pueden encontrarse palíndromos tales como estos: “Dábale arroz a la zorra el abad”.
• Poema “Luz azul” de Julio González Cabillón. En este caso, unos de los diversos ejemplos que presenta son estos: “amad a la dama”, “la tomo como tal”, “arde ya la yedra”…
Palíndromos en nombres propios
Es interesante resaltar que existen diversos lugares geográficos a lo largo de todo el planeta cuyo nombre también es un palíndromo. En concreto, ejemplos de ello son Selles que está en España; Ibi, que también se sitúa en territorio español; Okonoko, en Estados Unidos; Oruro, en Bolivia o Neuquén, en Argentina.
De la misma manera, es curioso resaltar que también hay personajes conocidos de antes y de ahora cuyos nombres son palíndromos. Entre los más significativos están los siguientes:
• La bailaora española de flamenco Sara Baras.
• El que fuera presidente de Argentina, Ménem.
• U Nu, un antiguo ex primer ministro de Birmania.
• Lon Nol, que en el pasado también ejerció como primer ministro de Camboya.
Expresiones de otras lenguas y el caso de los bifrontes
Los palíndromos, por supuesto, no son propiedad exclusiva de la lengua castellana. Es posible encontrar palíndromos en inglés (“Was it a car or a cat I saw”), en francés (“Un soleil du Sud lie l»os nu”) y en cualquier otra lengua.
Cuando el palíndromo puede leerse en ambos sentidos pero con significados diferentes, se lo califica como bifronte: “Seda de los ayeres” se lee al revés como “Seré ya soledades”.