La noción de paquidermo proviene del vocablo griego pachýdermos, que puede traducirse como «de piel gruesa». El término se emplea para aludir a ciertos animales mamíferos cuya piel tiene un gran grosor y dureza.
Cabe recordar que un mamífero es un vertebrado (su esqueleto tiene cráneo y columna vertebral, y su sistema nervioso central presenta encéfalo y médula espinal) con crías que se desarrollan como embriones en el seno de la madre y luego son alimentadas con la leche de las mamas de la hembra. En el caso de los paquidermos, el concepto refiere específicamente a mamíferos que forman parte de los conjuntos de los proboscidios, los perisodáctilos y los artiodáctilos.
El elefante es el paquidermo más conocido. Pertenece al orden de los proboscidios (cuenta con una trompa prensil y extremidades con cinco dedos) y es el animal terrestre más grande.
Estos paquidermos tienen cabeza pequeña y orejas de gran tamaño. Su hábitat natural se encuentra en África y en Asia, donde viven en estado silvestre en parques nacionales y reservas naturales.
Los hipopótamos también son paquidermos. En este caso, son artiodáctilos (sus extremidades exhiben una cantidad par de dedos, apoyando al menos dos para caminar) que se caracterizan por sus enormes bocas y sus patas cortas. A los hipopótamos se los encuentra en varios ríos africanos.
Los rinocerontes, en tanto, son otros integrantes del grupo de los paquidermos. Estos perisodáctilos (sus extremidades finalizan en pezuñas con dedos impares), habitantes de África y Asia, tienen como rasgo distintivo el hocico puntiagudo con al menos un cuerno en el sector de la nariz.
Es importante señalar que el término paquidermo no debe usarse con total soltura dentro del ámbito de la zoología, ya que se trata de un neologismo que se inventó para agrupar a ciertos animales de piel gruesa como los mencionados en los párrafos anteriores, pero no a cualquiera.
De hecho, este nombre ha quedado obsoleto para los científicos. Una de las razones principales es que hablan de un rasgo común que no resulta suficiente como para asociar a estas especies con un mismo orden: es confuso relacionar a los probiscídeos, a los artiodáctilos y a los prisodáctilos solamente porque algunos de ellos tengan la piel muy gruesa. Por lo tanto, la palabra paquidermo no se considera técnica sino vulgar.
La historia de esta denominación nos lleva a principios del siglo XIX, cuando el naturalista francés Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert Cuvier la usó en una tabla de taxonomía para destacar el grosor de la piel de ciertos animales que había estudiado. También conocido como barón de Cuvier o Chrétien, fue un pionero en la promoción de la paleontología y la anatomía comparada.
Precisamente, la anatomía comparada es una disciplina que se enfoca en las diferencias y las semejanzas entre los diferentes organismos desde un punto de vista físico. En la actualidad, forma parte de la filogenia y de la morfología descriptiva. Volviendo al concepto de paquidermo, con el paso del tiempo la zoología comenzó a priorizar las características internas de la anatomía por encima de las externas, y fue por este camino que surgieron otras formas de clasificar las diferentes especies.
Cabe señalar que no fue Cuvier el primero en haber usado la palabra paquidermo para referirse a la piel gruesa, sino que había sido acuñada al menos un siglo antes, como lo demuestra la existencia de ciertos documentos del siglo XVII escritos en Francia. Si nos remitimos a sus raíces griegas, podemos encontrar evidencias de que el filósofo y científico Aristóteles había usado un término equivalente en el siglo IV a. C., casi dos mil años antes.