Un paracaídas es un dispositivo de tela o de otro material resistente que permite reducir la velocidad que alcanza un cuerpo al caer desde gran altura. Se trata de un artefacto usado por quienes, como pasatiempo o por otro motivo, se lanzan desde un avión, un helicóptero u otra aeronave.
Los paracaídas, cuando son abiertos, adoptan la forma de un paraguas o una sombrilla de gran tamaño. Al atravesar el aire generan una resistencia que minimiza la velocidad de caída del usuario, permitiéndole llegar a la superficie de manera segura y sin sufrir impactos de consideración.
Por lo general los paracaídas se guardan en un contenedor. Para usarlo, la persona debe colocarse un arnés que dispone de un dispositivo de apertura. Cuando el individuo necesita abrir el paracaídas, apela a este mecanismo que libera la campana (la cual está unida al arnés por sogas). El paracaídas además dispone de mandos para manejarlo y decidir, en lo posible, el lugar en el que hará contacto con la tierra.
Es importante destacar que el paracaídas es un elemento de seguridad indispensable en cualquier aeronave. En caso de emergencia, el piloto y los pasajeros tienen que recurrir a los paracaídas para no sufrir las consecuencias de un impacto a toda velocidad contra el suelo. Los modelos que usan los estudiantes suelen incluir mecanismos para potenciar su seguridad.
El proceso de apertura de un paracaídas fue diseñado meticulosamente y respeta una serie de pasos complementarios que tienen lugar en una secuencia ordenada, desde que la persona decide usarlo hasta que alcanza su estado final. Si bien hay más de un sistema disponible en el mercado, cada uno con ciertas diferencias funcionales de acuerdo a las características de su fabricación, a grandes rasgos podemos resumirlo en activación, apertura e inflado.
El sistema denominado pilotillo sirve para dar comienzo a la activación del paracaídas y la apertura de la campana, y lo usan los más experimentados en la disciplina del paracaidismo. Se trata de un trozo de tela redondo de tamaño pequeño que se encuentra unido a una bolita cuyo diámetro es comparable con el de una pelota de golf, la cual está pegada a una cinta.
Mientras el paracaídas se encuentra inactivo, el pilotillo se mantiene doblado y guardado en una parte del arnés. Para comenzar con la apertura, la persona debe tirar de la bolita, y así consigue que el paracaídas entre en contacto con el aire por primera vez.
El paracaídas se encuentra unido al pilotillo por una brida extensa que se mantiene en la bolsa externa con la tela. Del otro lado de la bolsa hay un pasador de metal que se denomina pin y cierra las solapas inferiores del arnés, además de conservar la bolsa dentro del dispositivo. Al tirar del pilotillo, el usuario consigue que el aire lo infle y la fuerza tire del pasador, abra las solapas y deje salir la bolsa donde se aloja la campana.
El paracaídas se fabrica combinando una serie de celdas, tubos de tela hinchables, que se conectan a ambos lados de la campana. Las celdas se diseñan para darle un perfil aerodinámico al producto, de manera que cuando se infle cobre la forma de un ala y pueda mantenerse en vuelo. Su cara frontal tiene una apertura que permite la penetración del aire, mientras que su cara trasera está cerrada.
El paracaidismo es la práctica recreativa que consiste en lanzarse con paracaídas. Aquel que se arroja con paracaídas, en tanto, es llamado paracaidista.
Cabe destacar que también existen paracaídas especiales empleados como equipos de desaceleración. Ciertos automóviles deportivos, cohetes y naves especiales cuentan con estos paracaídas para acortar la distancia de frenado.