El vocablo de la lengua griega paronomasía es el origen etimológico del término que ahora vamos a abordar. Un vocablo ese que se formó mediante la unión de varios elementos. Nos estamos refiriendo al prefijo «para-«, que significa «junto a»; el sustantivo «onoma», que es sinónimo de «palabra», y el sufijo «-ia», que se usa para indicar «cualidad».
Así se denomina a la semejanza que existe entre aquellos términos que se diferencian por un rasgo fonético.
Es importante mencionar que los parónimos son palabras que mantienen una similitud entre sí por su sonido, su forma o su etimología. La paronomasia, en este marco, puede considerarse como un recurso basado en el uso de parónimos.
Se trata de emplear palabras que tienen significados diferentes, aunque suenan parecidas. Por ejemplo: hombre y hombro, puerto y puerta, enología y etnología, sexo y seso, etc.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto que existen dos tipos diferentes de paranomasia:
-La parequesis, que viene a ser el empleo de distintas palabras que comparten idéntica raíz o vienen de la misma palabra originaria. Un ejemplo de ello serían usar hacer y deshacer en la misma frase, por ejemplo.
-El políptoton, que supone llevar a cabo la conjugación de un mismo verbo varias veces. Sin lugar a dudas, uno de los refranes o dichos populares que puede servir para entenderlo es este: «¿Cómo quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?».
No hay que confundir los parónimos con los homónimos. Mientras que los parónimos tienen distintos significados y se asemejan por características fonéticas, los homónimos se escriben igual pero poseen significados diferentes (como «vino» en «Él bebió vino ayer» y «Juan no vino ayer»). Tampoco hay que mezclar los parónimos con los homófonos, que se pronuncian igual aunque se escriben de distinto modo y aluden a cuestiones diversas («Me gusta mucho tu casa» / «Odio la caza»). La paronomasia se da entre parónimos.
Es habitual que la paronomasia aparezca en juegos de palabras. Veamos un caso: «¡De prisa! Que la presa no sabe de prosa y, con sorpresa, se posa en el pozo del piso». Como se puede advertir, hay varios términos que suenan parecidos, aunque sus significados no tienen que ver entre sí. Cabe destacar que la paronomasia suele emplearse en sátiras, trabalenguas, adivinanzas y otras clases de textos.
Ejemplos de refranes, frases célebres y trabalenguas que sirven para entender cómo funciona o cómo se recurre al empleo habitualmente de la paranomasia son los siguientes:
-El juego de palabras: «Como poco como, poco coco compro».
-El famoso escritor español Camilo José Cela tiene entre sus frases más reconocidas esta, que la pronunció después de que durante un acto una persona le dijera: «Señor, Cela. Se está durmiendo». Él respondió: «No, estoy dormido. Como no es lo mismo estar jodiendo que estar jodido».
-El trabalenguas: «El erizo se eriza, se riza de risa».