Párrafo, que tiene su origen en el término latino paragraphus, es un concepto que se emplea para nombrar a los distintos fragmentos que forman un texto. Los párrafos empiezan con una letra mayúscula y finalizan con un punto y aparte.
Expositivo, por su parte, es un adjetivo que refiere a aquello que realiza una exposición sobre algo (es decir, que lo expresa).
Los párrafos expositivos, por lo tanto, se encargan de brindar información sobre diversos sucesos sin incluir comentarios subjetivos. Su finalidad es la divulgación de los acontecimientos, y no convencer al lector.
Ejemplo de un párrafo expositivo
“El perro es un animal mamífero de cuatro patas. Se trata de un cánido domesticado que tiene el sentido del olfato muy desarrollado. Existen numerosas razas de perro, lo que hace que los ejemplares de esta especie puedan tener características bastante diversas”.
Como puede apreciarse, en dicho párrafo abundan los datos concretos (el perro es mamífero, cánido, tiene cuatro patas, etc.) y no se incluyen opiniones ni se transmiten emociones.
Distinto sería el caso de un párrafo que señale lo siguiente:
“El perro es el mejor amigo del hombre por su simpatía y por su belleza incomparable. Al compartir la vida con un perro, las personas son más felices ya que tienen un compañero con quien jugar. Para vivir plenamente, por lo tanto, la única opción es convivir con un animal de este tipo”.
Este último párrafo no es expositivo ya que no expone las características del animal, sino que se sugiere ciertas cualidades que son subjetivas (una belleza incomparable, su simpatía, los efectos que genera en las personas…).
Algunas características
Una de las características más evidentes del párrafo expositivo es el uso del tiempo presente del modo indicativo; a diferencia de la narración de una historia, en la cual es necesario contar una serie de sucesos ordenados en el tiempo, la información que se transmite en las oraciones de un párrafo de este tipo suelen ser verdaderas independientemente del plano temporal. Un claro ejemplo de esto se aprecia al decir que el agua hierve a 100 °C; el verbo hervir se usa en presente, dado que este fenómeno se repetirá tantas veces como se desee, siempre con los mismos resultados.
Desde un punto de vista técnico, el párrafo expositivo debería ser parte de un texto de la misma clase; el texto expositivo está formado por párrafos que contienen información objetiva acerca de conceptos, ideas y sucesos. En ambos casos, el uso de este tipo de escritura sirve para brindar conocimientos a lectores generalmente no especializados; por otro lado, existen aquellos que presentan un contenido de carácter científico y que pueden considerarse dentro de este grupo.
Párrafo expositivo en textos especializados y divulgativos
Es posible clasificar los textos expositivos de la siguiente manera:
* especializados: la dificultad de su contenido es considerable y, por lo tanto, exigen conocimientos previos a un nivel muy profundo para su comprensión. Algunos ejemplos son los artículos de temas científicos, las leyes y las monografías;
* divulgativos: sirven para informar acerca de un tema al público general. Son los más comunes, ya que los encontramos a diario en enciclopedias, en periódicos, en panfletos y en libros de texto, por ejemplo.
A lo largo de los párrafos de un texto expositivo, se debe advertir una determinada estructura, que contribuya con la transmisión de los conocimientos; las tres partes principales son: la introducción, donde se detalla el modo en el cual se tratará el tema principal; el desarrollo, que constituye la porción más significativa y extensa de todo el texto, ya que en sus líneas se expone la información en orden y con claridad; la conclusión, con el objetivo de repasar los puntos más importantes de la exposición.