El primer paso necesario que hay que dar para poder entender el significado del término pecuniario es el de establecer su origen etimológico. En este sentido, podríamos determinar que deriva del latín, concretamente de la palabra “pecuniarius”. Esta puede traducirse como “relativo al dinero en efectivo” y se encuentra conformada por dos partes claramente delimitadas:
-El sustantivo “pecunia”, que es equivalente a “dinero en efectivo”.
-El sufijo “-ario”, que se usa para indicar “pertenencia”.
Lo pecuniario y el dinero
Se trata de un adjetivo que suele nombrar lo que está vinculado con el dinero líquido, es decir, en efectivo (billetes y monedas de disponibilidad inmediata).
Por ejemplo: “Sólo aceptamos pagos pecuniarios: nada de canje”, “No me interesan los reconocimientos simbólicos, sino que prefiero los galardones pecuniarios que me permiten pagar las cuentas”, “La colaboración pecuniaria de los vecinos es indispensable para que se puedan desarrollar las obras”.
Lo pecuniario, por lo tanto, se asocia al dinero. Supongamos que las autoridades de un club desean aprovechar un terreno descampado para construir una cancha de tenis. Antes de confirmar el desarrollo del proyecto, analizan diversas cuestiones, como las condiciones del terreno y el aprovechamiento potencial de la infraestructura. En este estudio, por supuesto, una de las claves será el asunto pecuniario (cuánto costarán las obras).
Una sanción económica
Una pena pecuniaria, por otra parte, es una sanción que obliga al castigado a desembolsar una cierta suma de dinero. Si una persona estaciona su vehículo en un lugar que no está permitido, un inspector vial puede imponerle una multa que consiste en el pago de doscientos pesos. Dicha multa, por lo tanto, es un castigo pecuniario.
Ese tipo de pena pecuniaria hay que decir que no sólo es una de las formas más habituales de sancionar a una persona dentro del derecho administrativo sino que también tiene su notable presencia en el ámbito del derecho penal. En este último caso, la mínima pena que se le puede imponer a un condenado es precisamente el pago de una multa, frente a la más dura y máxima que sería la entrada en prisión.
Obligación, legado y daños pecuniarios
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de lo que se conoce como obligación pecuniaria. Este es un término que se utiliza para denominar al deber que tiene una parte de llevar a cabo la entrega de un dinero en efectivo a otra, en señal de prestación.
Asimismo dentro del ámbito del derecho también existe lo que se conoce como legado pecuniario. Este término se utiliza para referirse, por ejemplo, a la cantidad de dinero concreto que un fallecido ha dejado a una persona tras su muerte y que aparece estrictamente recogido en su testamento.
En un sentido similar, una determinada acción puede causar un daño pecuniario contra una persona, una empresa o una organización. Eso ocurre si una agrupación ambientalista fomenta un boicot contra una compañía que contamina un río con sus procesos productivos: la intención será ocasionarle problemas económicos para que cese su actividad.