Un pedestal es un cuerpo sólido que sostiene una columna, una estatua o algo semejante. Los pedestales -del francés piédestal– suelen tener forma cilíndrica o de paralelepípedo rectangular.
Por ejemplo: “El monumento al héroe de la independencia está sostenido por un pedestal de dos toneladas”, “Vándalos dañaron el pedestal de la estatua con pintadas políticas”, “Sólo pudimos ver el pedestal, porque la figura del presidente está siendo restaurada en un taller”.
Pedestal en la arquitectura
Para la arquitectura, el pedestal es el soporte prismático que sostiene otro soporte mayor. El pedestal está compuesto por el zócalo, el dado y la cornisa. Si el pedestal sustenta una serie de columnas, recibe el nombre de estilóbato.
Es importante determinar que existe una gran variedad de tipos de pedestales dentro del ámbito arquitectónico. Así, en este sentido, podríamos destacar los suaves, que tienen forma de tronco; los adornados, que son aquellos que apuestan por tener armas o bajorrelieves de distinta tipología; los continuos, que siguen un orden establecido, y los irregulares, que son los que poseen caras y ángulos totalmente diferentes.
Otros tipos de elementos
Además de todo lo expuesto tenemos que exponer que existen otros tipos de pedestales. Entre ellos destacaríamos, por ejemplo, los que sirven para colocar los micrófonos, que se utilizan por cantantes, músicos o incluso los políticos y oradores en sus intervenciones ante un público.
Pero también están los pedestales de macetas y plantas, muy típicos de Andalucía, que están realizados en forja.
Uso simbólico del término pedestal
En el lenguaje simbólico, se utiliza la noción de pedestal para nombrar al fundamento en que se afirma algo o a aquello que actúa como medio para alcanzar algo: “Este trofeo puede ser el pedestal para conseguir un mejor contrato”, “Toda nuestra plataforma política está sostenida por el pedestal de la honestidad y la transparencia”, “No seas tonto, este puesto puede ser el pedestal de una carrera profesional en esta industria”.
Se dice que alguien está subido al pedestal cuando parece superior al común de la gente. Al estar en un pedestal, la figura es inalcanzable y mira a todos desde arriba. Por eso, la idea de bajar a alguien del pedestal está vinculada a desmitificarlo: “Una biografía no autorizada baja a la estrella de la música del pedestal y la muestra en su dimensión humana, con todas sus miserias”.
Una obra de Antonio Gala
Dentro del ámbito literario tendríamos que subrayar la existencia de una de las diversas obras que apuestan por incluir el término que nos ocupa en sus títulos. En este caso, nos estamos refiriendo a “El pedestal de las estatuas”, que fue escrita en el año 2007 por el gran autor español Antonio Gala.
El protagonista de aquel relato no es otro que Antonio González, el secretario del rey Felipe II, que llevará al lector al descubrimiento de todo un amplio conjunto de tramas y secretos que guarda la corte. Todos ellos los tiene ocultos en un arcón, donde descansan los documentos que ejercen como testigos de asesinatos o de todo tipo de planes orquestados por nobles e incluso por ilustres personajes de la Iglesia.