En la mitología griega, Pegaso era un caballo que contaba con alas. De acuerdo al mito, nació a partir de la sangre de Medusa, a quien Perseo decapitó.
Pegaso era el equino de Zeus y, gracias a su par de alas, podía volar. Más allá del uso de las alas, al desplazarse por el aire también movía las patas, como «corriendo» aunque sin pisar el suelo.
En este contexto podemos hablar del héroe mitológico griego Belerofonte, Belerofón o Belerofontes. Dependiendo de la tradición que estudiemos, se dice que sus padres eran Eurímede y Glauco de Corinto o bien Eurínome y Poseidón. Su nombre real era Leofontes o Hipónoo; comenzó a ser conocido como Belerofontes luego de haber asesinado por accidente a Belero, un tirano de Corinto, ya que Belerofontes se puede traducir como «asesino de Belero».
La historia cuenta que Pegaso era indomable. Obsesionado con él, finalmente Belerofonte logró dominarlo y el caballo alado fue clave en su victoria contra la Quimera, una bestia a la cual logró asesinar. Orgulloso de sí mismo, Belerofonte pretendió erigirse como un dios, dirigiéndose con Pegaso al Olimpo.
La bestia Quimera es otro personaje de la mitología griega que ha sido protagonista de numerosas historias. En su caso no era un animal bien definido, como Pegaso, sino un híbrido de varias especies y con tres cabezas: una de cabra, una de dragón y otra de león, aunque esto puede variar dependiendo de la fuente. Entre sus habilidades especiales se cuenta que era capaz de escupir fuego.
Sin embargo Zeus, disconforme con esta situación, hizo que un insecto piquase a Pegaso, quien se agitó y arrojó a Belerofonte al suelo, lesionándolo gravemente. Luego Zeus le otorgó un sitio a Pegaso en el Olimpo.
Es probable que el buraq, un equino de la mitología islámica, esté inspirado en la figura de Pegaso. Se dice que buraq llevó a Mahoma al Cielo y lo trajo de vuelta a la Tierra.
Pegaso, por otra parte, es una constelación cuya estrella más brillante es Enif, seguida por Scheat. Esta constelación estuvo entre las mencionadas por Claudio Ptolomeo en el siglo II.
Dadas las características de Pegaso, en la modernidad se convirtió en uno de los animales mitológicos más usados en la ficción, tanto en la literatura como en el cine. Además, dio lugar a la creación de muchos otros con características similares. Comparte con el unicornio la capacidad de fascinar al público y de generar un misticismo muy particular, pero además es un compañero infaltable de muchos héroes griegos y dioses en sus feroces batallas.
Podemos mencionar tres obras de dibujos animados japoneses en las que aparece el nombre Pegaso en uno de los roles más importantes: en Saint Seiya, por ejemplo, el protagonista es un caballero de la constelación de Pegaso, y se relaciona con Hades y Atenea; en Sailor Moon, es quien protege los sueños; en Beyblade Metal Fusion, por último, es el personaje principal.
En occidente también hay diversos ejemplos, tanto en películas animadas como de acción en vivo. De esta manera, podemos mencionar títulos como Hércules, de Disney Pictures, Furia de titanes, tanto la versión de 1981 como la de 2010, y también Ira de titanes.
La marca Pegaso, en tanto, fue creada en el territorio español en 1946. Se trató de una firma de automóviles, camiones y otros vehículos que, en 1990, resultó adquirida por la empresa italiana Iveco. Su automóvil deportivo Pegaso Z-102 está entre sus modelos más conocidos, siendo fabricado entre 1951 y 1958.
NEE-01 Pegaso, por último, es el nombre del primer satélite artificial que se construyó en Ecuador. Este nanosatélite desarrollado por la Agencia Espacial Civil Ecuatoriana fue lanzado en 2013 desde China.