La noción de peluche puede emplearse para aludir a la felpa: un tejido que presenta pelo en el haz o cara visible. Se destaca por resultar muy suave al tacto.
En un primer momento, el peluche se elaboraba con seda o algodón y lana natural. Actualmente, en cambio, es habitual que se utilicen fibras sintéticas.
Es interesante conocer que existen distintas teorías sobre el origen etimológico de ese término que ahora nos ocupa. Así, por un lado, están quienes establecen que deriva del italiano «peluccio», que puede traducirse como «pelo corto».
No obstante, por otro lado, hay quienes consideran que procede del francés «peluche» que, a su vez, emana del galo antiguo «peluchier». Palabra esta que se formó a partir del latín «pilus», que es sinónimo de «pelo».
El peluche tiene varios usos. Puede emplearse para tapizar muebles, fabricar sombreros o confeccionar prendas de indumentaria. Sin embargo, su utilización más frecuente aparece en el terreno de los juguetes: con peluche se producen muñecos de animales y otras figuras que son muy populares entre los niños e incluso entre los adultos.
Hay que establecer que en el mundo del diseño y la moda el peluche es muy utilizado para darle forma, sobre todo, a prendas de invierno tales como cazadoras o abrigos. Y es que resulta ser muy cálido, además de suave, por lo que protege muy bien del frío al tiempo que no irrita la piel.
De hecho, tal como menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, el término peluche puede usarse para aludir específicamente a un juguete de peluche. De esta manera, hablar de peluches es hacer referencia a los muñecos que se producen con este material.
Los osos de peluche, también llamados ositos de peluche u ositos de felpa, suelen estar rellenos de algodón u otra fibra similar. Su piel, en tanto, es de peluche. Más allá de ser usados por los niños para jugar o para ir a dormir, los osos de peluche suelen ser un regalo frecuente entre quienes mantienen un vínculo romántico.
Por supuesto, es posible encontrar muchos otros animales de peluche, como perros, tigres, lagartos y elefantes. Incluso hay peluches de dinosaurios y de personajes de ficción (los protagonistas de «Toy Story», superhéroes, etc.).
En este sentido, tenemos que destacar que hay un libro dirigido al público infantil que lleva precisamente por título «El asesino de los ositos de peluche». Se trata de un libro escrito por Cuca Canals y que cuenta la historia de un orfanato donde viven pequeños tales como Rinus Descartes, Confucio, Sócrates Jr, Karlitos Marx, Fredy Nietzsche o Dave Hume.
Son niños de entre 10 y 12 años que, junto a Sofía Hipatia, dan forma a una agencia de detectives que se encarga de investigar casos de lo más dispares haciendo uso de la filosofía. En concreto, decidirán descubrir quién está detrás de los crímenes de varios menores, junto a cuyos cuerpos deja siempre un osito de peluche.
Existen, por último, disfraces de peluche que permiten a las personas representar a diversas criaturas. Estos peluches de gran tamaño aparecen en parques temáticos como Walt Disney World Resort, por ejemplo.
