El verbo pergeñar alude a organizar, preparar o desarrollar algo con una cierta habilidad. El término, que suele usarse en un contexto coloquial, puede emplearse como sinónimo de ordenar o de ejecutar.
Por ejemplo: “El padre del asesino también fue detenido por pergeñar el ataque”, “Para pergeñar el proyecto, el senador visitó Estados Unidos y se reunió con expertos en materia de seguridad”, “Comencé a pergeñar la idea del viaje cuando vi la película protagonizada por Leonardo DiCaprio y quedé impactada”.
Es interesante conocer que existen distintas teorías sobre el origen etimológico de este término que ahora nos ocupa. No obstante, una de las que cobra más peso es la que viene a establecer que deriva del latín. Más en concreto procede de la palabra “genius”, que puede traducirse como “genio”.
Supongamos que, en una vivienda, se corta la correa que permite subir y bajar una persiana. Dado que por el momento no tiene la posibilidad de reemplazarla, el propietario de la casa se encarga de pergeñar un mecanismo para seguir subiendo y bajando la persiana, apelando a una soga que ata a la correa rota y que, en el otro extremo, sujeta a unos pesos que manipula según la necesidad.
Uno de los personajes de ficción que más y mejor pergeñaba, teniendo en cuenta ese significado, ante situaciones de lo más complicadas era McGyver, que daba título a una serie de televisión. Ese era un hombre que con lo que tenía a mano conseguía desde escapar de un encierro hasta hacer volar un coche pasando por darle forma a todo tipo de armas para defenderse de sus rivales.
Tomemos el caso de un niño que es fanático del cine. El chico se pasa todo el día pergeñando historias que sueña con contar en la pantalla grande a través de sus propias películas. De esta manera, escribe sus ideas en una computadora (ordenador), esperando tener la posibilidad de filmarlas en el futuro.
Además de las ya citadas, otras palabras que pueden funcionar como sinónimos de pergeñar son trazar, bosquejar y esbozar.
Precisamente por eso, otro ejemplo sería el de un escritor que ha decidido darle forma a su nueva novela. Por eso, se encuentra recabando documentación y realizando un esquema tanto de los personajes como de las tramas o capítulos que aquel libro va a tener. En ese caso, podemos establecer que el autor esta pergeñando su nuevo trabajo literario.
De la misma manera, también podemos decir que un publicista al que un cliente le ha pedido una propuesta rápida de un anuncio para su nuevo producto se encarga de pergeñar un bosquejo o un boceto sobre el leit motiv de aquel y sus líneas principales así como su eslogan.
Imaginemos ahora el caso de un científico que, dentro de 24 horas, recibirá un premio. En la ceremonia de entrega, se espera que este hombre se dirija al público presente. Por eso, en la previa del acto, comienza a pergeñar un discurso que pronunciará al subir al escenario para recoger el galardón.
