Políglota es un adjetivo que se emplea para calificar al individuo que habla distintos idiomas o al texto que se encuentra desarrollado en numerosas lenguas. La noción se utiliza cuando los idiomas en cuestión son más de tres ya que, de lo contrario, se suelen usar los adjetivos bilingüe (relacionado con dos lenguas) o trilingüe (tres lenguas).
Por ejemplo: “El doctor Ramilloz es un políglota que puede conversar sin problemas en alemán, italiano, árabe, chino y ruso”, “Los papas suelen ser políglotas para estar en condiciones de llevar el mensaje de la Iglesia a todo el mundo con mayor facilidad”, “Este tratado histórico es un documento políglota con versiones en griego, latín, persa y arameo”.
Determinar el origen etimológico del término nos lleva a marcharnos al griego. Y es que deriva de la palabra polyglottos, que se encuentra formada por dos partes claramente delimitadas: polys, que es sinónimo de “muchos”; y glotta, que puede traducirse como “lengua”.
La importancia de ser políglota
La condición de políglota suele ser muy apreciada a nivel laboral. La persona que puede comunicarse de manera eficiente en muchos idiomas tiene un gran potencial, ya que está en condiciones de viajar y de contactar a gente de otros países por su propia cuenta, sin necesidad de depender de un traductor.
Así como, hasta no hace muchos años, solía ser suficiente que un ejecutivo fuese bilingüe (hablando castellano e inglés), hoy se valora mucho a aquellos que también pueden expresarse y entender idiomas como el chino, el portugués o el alemán.
Algunos ejemplos
Muchos son los personajes famosos que a lo largo de la historia se han calificado como políglotas. No obstante, entre los más conocidos se encuentran los siguientes:
- John Milton (1608-1674). Este escritor y ensayista británico, conocido especialmente por su obra “El paraíso perdido”, destacó tanto en el ámbito de la literatura como en el de la política. Y en ambos casos le fue de gran utilidad su manejo de numerosos idiomas. En concreto, se ha dado a conocer que, además de su lengua natal, se manejaba a la perfección con el castellano, el italiano, el francés, el griego, el arameo, el latín, el siríaco, el hebreo y el alemán.
- John Mowring (1792-1872). Fue un político y traductor inglés que ha pasado a la historia, entre otras cosas, por hablar unos cien idiomas diferentes.
- Heinrich Schliemann (1822-1890). Importante arqueólogo alemán al que le debemos el descubrimiento de las ruinas de Troya. Se considera que podía hablar a la perfección trece lenguas distintas, además de la suya natal. En concreto, se manejaba sin dificultades en holandés, inglés, portugués, polaco, griego, ruso, turco, francés, italiano, castellano, sueco, latín y árabe.
- Otro de los políglotas más famosos fue Karol Wojtyla, conocido como Juan Pablo II desde que inició su papado en 1978 y hasta su fallecimiento. Este religioso dominaba más de una decena de lenguas, entre ellos el castellano, el inglés, el portugués, el ruso, el francés y el latín, además de su idioma natal (el polaco).