
La retórica es clave en la predicación.
La predicación es el acto de predicar: expresar un sermón. Se denomina sermón, en tanto, al discurso que pronuncia un religioso con el objetivo de transmitir una doctrina o inculcar valores.
Por lo general la idea de predicación se asocia al cristianismo o el catolicismo. En este marco puede emplearse como equivalente a evangelizar o catequizar, aunque existen ciertos matices. En un sentido más amplio, la acción suele apuntar a la instrucción de las personas en los principios de una fe.


Características de la predicación
La predicación es un modo de comunicación que pretende aleccionar e inspirar a los oyentes del mensaje. Consiste en la proclamación de la palabra de Dios o enseñanzas religiosas y tiene como base las escrituras sagradas (los Evangelios, la Torá o el Corán, entre otras).
Si nos centramos en el ámbito cristiano, la predicación funciona como un instrumento de evangelización a través de la difusión y la interpretación de fragmentos de la Biblia (Antiguo Testamento o Nuevo Testamento). En su homilía, el predicador comparte el mensaje bíblico; muchas veces su testimonio es una exhortación a actuar según los fundamentos de la religión para lograr la salvación.
En la Iglesia católica, la predicación se utiliza en liturgias como la misa pero también en otros ritos y en el trabajo pastoral habitual de diáconos, sacerdotes y obispos. La finalidad es que los fieles de la comunidad cristiana cumplan los mandamientos de la religión y actúen con virtud.

Los misioneros suelen recurrir a la predicación.
Su importancia en el evangelismo
La predicación resulta clave en el evangelismo. Esta corriente religiosa se basa en la difusión de los evangelios para sumar nuevos discípulos de Jesucristo.
La Biblia es la base del evangelismo. En ella se encuentran los cimientos de la fe y la guía para conducirse de acuerdo a las enseñanzas de Cristo.
La predicación, en este contexto, es central en el servicio pastoral de los líderes evangelistas. Con elocuencia, estos pastores construyen un discurso persuasivo que busca reforzar la creencia de los fieles pero también lograr la conversión de los no creyentes. Con dicho objetivo desarrollan medios de comunicación (como una emisora de radio cristiana o una estación de televisión cristiana), intentando amplificar su mensaje.
La predicación suele girar en torno a cómo el Espíritu Santo puede transformar la existencia de un ser humano. Así se fomenta un vínculo personal y directo con Dios. Por eso se invita a las personas a aceptar y recibir el amor divino para vivir en plenitud.

La predicación puede darse en el marco de la celebración eucarística.
Tipos de predicación
De acuerdo a sus características, existen distintos tipos de predicación en el marco del cristianismo. Una predicación textual se inicia partiendo de un fragmento breve de las Sagradas Escrituras. En su sermón, el predicador ofrece una interpretación bíblica.
Una predicación temática, por su parte, recoge diversos pasajes de la Biblia que se vinculan por girar en torno a una cierta problemática o idea. La predicación expositiva, en tanto, transmite un discurso religioso que refleja el significado de un pasaje bíblico teniendo en cuenta su contexto.
Se habla de predicación narrativa, asimismo, cuando se cuenta una historia. Puede tratarse de un hecho específico que aparece en los Evangelios o de las vivencias de algún personaje.
Principales desafíos
A la hora de la predicación el orador se enfrenta a varios desafíos. De acuerdo a teólogos y catequistas, en ocasiones el predicador se enfoca en su realidad o se centra en sus propias preocupaciones, dejando en un segundo plano a la Biblia o a sus oyentes.
En la misma línea, existe la posibilidad de que el predicador privilegie sus sentimientos o busque dar a conocer su opinión, cuando se considera que lo adecuado es que el material bíblico sea el eje de la comunicación y el punto de partida del mensaje.
Otros obstáculos que afectan a la predicación son los inconvenientes del religioso para expresarse con claridad. La timidez, la inseguridad y la ansiedad hacen que la transmisión del contenido no sea efectiva ni produzca el efecto deseado.
Hay que considerar que, en ocasiones, los problemas aparecen en la construcción del sermón (es decir, antes del acto de predicar). Los sermones requieren de un estudio profundo de la Biblia. Sin ese trabajo previo, se corre el riesgo de que la predicación resulte superficial. No obstante, el sermón tiene que ser claro: el exceso de información lleva a que el receptor pueda perderse y no acceder a la idea central.
La predicación más allá de la religión
Es importante subrayar que el concepto de predicación puede aludir a la divulgación de una doctrina o a la transmisión de una enseñanza. Esta comunicación intenta aconsejar o pregonar algo.
Supongamos que alguien fue adicto a las drogas durante muchos años. Gracias al acompañamiento terapéutico, el apoyo familiar y su propio esfuerzo, logró dejar de consumir. A partir de ese cambio, el individuo en cuestión se dedica a predicar contra los estupefacientes. Su predicación consiste en contar su propia experiencia para contribuir a la prevención y para que quienes están padeciendo problemas de consumo sepan que es posible salir de esa situación.
Pensemos ahora en un economista liberal. Su predicación se sustenta en dar a conocer los beneficios del libre mercado y en denunciar lo perjudicial que es la intervención del Estado en la economía, siempre de acuerdo a su visión.