Aunque la idea de prepago no aparece en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), es posible comprender su significado analizando los términos que la conforman: el prefijo pre- y el sustantivo paga.
Algo pagado con antelación
Pre-, en este marco, hace mención a una anterioridad que puede ser temporal, espacial, etc. Paga, por su parte, es el acto de pagar (entregar una suma que se debe) o la cantidad de dinero otorgada a modo de pago.
La noción de prepaga, por lo tanto, refiere a pagar algo antes de su uso o adquisición. Existe una distancia temporal entre el desembolso económico y el aprovechamiento o usufructo del producto o servicio.
Empresas médicas privadas
Suele hablarse de prepaga para nombrar a las empresas privadas dedicadas a ofrecer servicios médicos. Una prepaga, en este marco, es una compañía que dispone de una cartilla de profesionales y de centros de atención que sus abonados, al pagar una cuota mensual, pueden usar cuando lo necesitan.
Las prepagas, en definitiva, brindan atención médica a sus afiliados, quienes están obligados a pagar un cierto monto a modo de cuota. El afiliado o cliente debe abonar todos los meses, independientemente de si utilice, o no, los servicios: es decir, primero paga y luego usa.
Tarjeta prepaga
Una tarjeta prepaga, también llamada tarjeta prepagada o tarjeta de prepago, es aquella que funciona con una carga de dinero y a partir de entonces permite la concreción de operaciones hasta consumir ese saldo. El sujeto tiene que realizar la carga primero y recién ahí dispone de un monto o crédito para gastar.
A diferencia de la tarjeta de débito, que está ligada a una cuenta bancaria y toma fondos de la misma incluso si existe el riesgo de dejarla en rojo, la tarjeta prepaga limita las compras al saldo actual. Cabe señalar que los bancos ofrecen diferentes servicios para evitar que una cuenta se quede sin saldo, pero no siempre es tan fácil activarlos ni resultan tan evidentes para los clientes. La prepaga tiene un sistema más básico, algo que también repercute en las posibilidades que ofrece a su titular.
Ventajas y desventajas de la tarjeta prepaga
Lo que mencionamos anteriormente se puede interpretar como una de las ventajas de esta tarjeta, ya que reduce las posibilidades de gastar más dinero del que tenemos. Esto puede ayudarnos a controlar nuestras compras, a volvernos más responsables y menos impulsivos cada vez que el mercado nos sorprende con un producto o un servicio que nos tienta. La imposibilidad de comprar sin pensar se agradece especialmente en navidades, días sin IVA y otras ocasiones anuales caracterizadas por descuentos y ofertas masivas.
Más allá del control económico, la tarjeta prepaga también puede resultar muy cómoda gracias a su versión virtual, es decir que existe como parte de un sistema informático y no requiere la impresión en plástico. Esta alternativa puede ser más segura, ya que es imposible de robar; incluso existen versiones de un solo uso, algo más práctico todavía.
Con respecto a sus desventajas, podemos comenzar por hablar de las comisiones. Este punto depende exclusivamente de la entidad bancaria en la que la solicitemos, y suele aplicarse como requisito a la hora de realizar una recarga. Si bien el importe nunca es considerable, debemos tenerlo en cuenta porque siempre aumentará ligeramente nuestros gastos.
Tampoco sirven las tarjetas prepagas para las compras con pagos recurrentes, algo muy común en esta era de suscripciones. La razón de esta limitación es que la entidad emisora no puede garantizar la presencia de saldo en la cuenta para hacer frente a dichos pagos. Por último podemos mencionar su vida útil, que suele ser más corta que las de otros tipos de tarjetas.