La probabilidad frecuencial, también conocida como probabilidad frecuentista, refiere a qué tan probable resulta un suceso si un experimento se repite muchas veces. Puede entenderse como el cociente entre la cantidad de casos favorables y la cantidad de casos posibles cuando la cantidad de casos tiende al infinito.
La idea de probabilidad frecuencial se emplea cuando se trabaja con un número muy elevado de repeticiones, apreciándose así la tendencia a largo plazo. Es importante tener en cuenta que la asignación de los valores siempre está vinculada al análisis de múltiples iteraciones: por eso es habitual que se recurra a simulaciones computarizadas.
La utilidad de la probabilidad frecuencial suele ser debatida por los especialistas. Hay expertos que consideran que el método no es empírico y que los criterios de aleatoriedad que se manejan no son fiables.
Cálculo de la probabilidad frecuencial
Para el cálculo de la probabilidad frecuencial, se necesita realizar la programación del experimento en un sistema que brinde una iteración aleatoria. El estudio de la probabilidad frecuencial del fenómeno en cuestión se desarrolla a través de una tabla de valores.
Se considera que, después de un gran número de repeticiones, los valores que arroja el experimento se aproximan a los valores teóricos. De este modo se toman los datos de la probabilidad frecuencial para sacar conclusiones.
Puede relacionarse la probabilidad frecuencial, en definitiva, a la frecuencia relativa. Así se llama al cociente entre la frecuencia absoluta (el número de veces que aparece el valor) y el tamaño de la muestra. Se sostiene que, con la múltiple repetición del experimento aleatorio, la frecuencia relativa se acerca a la probabilidad del suceso.
Comparación con el procedimiento clásico
En comparación con la probabilidad clásica, podemos señalar algunas diferencias que muchas veces se usan para criticar negativamente la frecuencial:
* clásica: se usa si los resultados son probables, es decir si un estudio previo indica que más allá de la posibilidad de que tengan lugar existen indicios que apoyan su ocurrencia;
* frecuencial: se mide en base a una estimación a futuro o bien a la experiencia, pero sin pruebas de que realmente pueda ocurrir;
* clásica: la cantidad de resultados favorables influye directamente en el estudio;
* frecuencial: ningún comportamiento se considera definitivo a lo largo del estudio, sino que se interpretan forzando la perspectiva de que provoquen un resultado en particular.
Aportes de Von Mises a la teoría de la probabilidad frecuencial
El concepto de probabilidad frecuencial data de mediados del siglo XIX, aunque su desarrollo formal tuvo lugar durante la primera mitad del 1900 por el economista Von Mises, oriundo de Austria, quien planteó dos premisas para fundamentar la teoría:
* regularidad estadística: si bien los resultados concretos se comportan de manera un poco caótica, luego de someter un experimento a una gran cantidad de iteraciones comenzamos a obtener algunos patrones de resultados;
* la probabilidad debe considerarse objetiva: Von Mises señalaba que se trata de un concepto que se puede medir y sustentaba su afirmación en que los fenómenos aleatorios cuenten con algunas características que los vuelven únicos.
Críticas habituales
Entre las críticas puntuales que ha recibido la probabilidad frecuencial como método empírico de calcular probabilidades podemos señalar las siguientes dos afirmaciones:
* no se puede considerar real el concepto de límite: la fórmula que se propone para este concepto tiene en cuenta que la probabilidad de un hecho debe volverse estable al repetir el experimento de forma infinita. Esto se da en los casos en los que N tiende a infinito, aunque sobra decir que en la práctica no es posible una repetición infinita;
* la sucesión no puede ser realmente aleatoria: la necesidad de estabilizar la probabilidad que se menciona anteriormente vuelve imposible la aleatoriedad real de la sucesión, ya que la vuelve determinada. Además, los números al azar que podemos aprovechar en un experimento informatizado no son realmente espontáneos como sí aparecerían en la naturaleza.