Un proceso, término cuyo origen etimológico se halla en el latín processus, es un conjunto de ciclos o etapas de una determinada operación o de un fenómeno natural. Exógeno, por otro lado, es algo que tiene un origen externo.
En la superficie del planeta
Estas ideas nos permiten avanzar en la definición de procesos exógenos, una expresión que se emplea en el ámbito de la geología. Así se denomina a los procesos geológicos que se producen en la superficie del planeta.
Los procesos exógenos, por lo tanto, se diferencian de los procesos endógenos, que son aquellos que se originan dentro de la corteza terrestre. Es importante tener en cuenta, de todos modos, que los procesos endógenos terminan siendo modificados por los procesos exógenos, ya que las fuerzas exógenas tienden a eliminar o reducir las desigualdades que las fuerzas endógenas provocan en la superficie.
La formación de valles, deltas y cavernas, por ejemplo, es una consecuencia de la acción de procesos exógenos. Hay que considerar que los procesos geológicos que se desarrollan en la superficie terrestre pueden ser destructivos o constructivos.
Entre los procesos exógenos se encuentran la sedimentación, el transporte de materiales, la erosión y la meteorización. Estos fenómenos producen distintos tipos de modificaciones en el relieve.
Meteorización
La meteorización implica la descomposición de las rocas y los minerales que están en contacto con la biosfera, la hidrosfera y la atmósfera, encima o en las proximidades de la Tierra. A grandes rasgos, podemos señalar tres clases de meteorización: la química, la física y la biológica. Nótese que esta última no aparece en todas las fuentes, sino que las dos primeras son las principales.
La meteorización física genera que se desintegre o se rompa la roca, aunque su composición química y sus minerales no se ven afectados. La química, por otra parte, reduce su cohesión y la altera; algunos de los procesos más comunes en este tipo de meteorización son la oxidación, la disolución, la carbonatación, la hidratación, la hidrólisis, y la laterización. La biológica, por último, también se denomina orgánica y se da cuando las plantas o los animales rompen las rocas a causa de sus actividades (avance de las raíces, construcción de nidos, etcétera).
Erosión
La erosión es generada por el viento, el agua (ya sea en estado líquido o sólido) y los cambios de temperatura, y provoca el desgaste de las rocas y del suelo. Se trata de uno de los más importantes procesos exógenos, ya que contribuye con los diferentes relieves de nuestro planeta y es el fenómeno responsable de la existencia de los cañones, las gargantas, las mesas, los valles y las cavernas.
Transporte de materiales
Los materiales que se disgregan con la erosión son transportados a terrenos deprimidos, en lo que supone otro proceso exógeno. Estos terrenos, que también se conocen como depresiones, son zonas que se ubican a menor altura que las que las circundan; tanto su origen como su tamaño puede variar entre una y otra. Los medios que usa la naturaleza en este caso son el viento, el hielo y los ríos.
Sedimentación
La sedimentación aparece cuando los materiales transportados se convierten en sedimentos (elementos sólidos acumulados). Puede ocurrir mediante la precipitación o el depósito de los materiales que hayan surgido de los procesos exógenos antes expuestos.
En este marco podemos destacar un tipo de sedimentación que se da con mayor frecuencia: el transporte por medio del agua de los restos sólidos de roca hacia el fondo de un río, un canal, un embalse o una zona inundada de una llanura. La sedimentación puede ser provocada por cualquier corriente de agua, aunque de las características de esta última depende que los materiales se precipiten o se depositen.