Un profesor es un individuo que se dedica a la enseñanza de un arte o de una ciencia. El término procede del vocablo latino professor.
Enseñanza profesional
El significado de profesor que presenta la Real Academia Española (RAE) convierte al concepto en sinónimo de maestro. Sin embargo, es habitual que la idea de maestro se utilice específicamente para quien enseña en el ámbito de la educación primaria, aunque depende del contexto y de la región. Puede afirmarse, por otra parte, que tanto los profesores como los maestros son docentes.
Un profesor, en definitiva, es alguien dedicado a la enseñanza a nivel profesional. Su trabajo es transmitir conocimientos y técnicas, favoreciendo el proceso de aprendizaje del alumno.
El rol del profesor
Existen distintos modos de entender la tarea del profesor, que incluso fueron cambiando con los años. Hoy en día suele sostenerse que el profesor debe ser una especie de tutor o guía que promueva una participación activa del estudiante a la hora de la construcción del saber.
En este sentido, el profesor se encarga de fomentar la autonomía del sujeto que aprende, ayudándolo a aprovechar sus propios recursos. Más allá de lo académico, el profesor también tiene una responsabilidad social vinculada a los valores éticos.
Hasta no hace mucho tiempo, el rol del profesor se entendía como el de un comandante del ejército, que tenía el derecho a mantener a toda su clase en silencio mientras exponía los contenidos de manera rígida, para luego evaluar la capacidad de retención de sus alumnos en exámenes estrictos. Poco a poco el sistema educativo ha ido evolucionando, para darles a los estudiantes una mayor participación y acercar la posición del profesor a la Tierra, como un ser vivo más, imperfecto, que también tiene mucho que aprender.
Para conseguir que cada alumno dé lo mejor de sí, el profesor debe conocerlos a todos de manera individual, partiendo de la aceptación de su diversidad y del valor que eso supone. Las escuelas más tradicionales simplemente distinguen entre «buenos» y «malos» alumnos, siendo los primeros aquéllos capaces de obtener calificaciones altas y mantenerse en silencio durante las lecciones. Al día de hoy, en cambio, se recomienda entender a cada uno como un ser único y buscar la mejor forma de enseñarle.
Profesores en línea
La masificación de Internet y las posibilidades que nos brindan las redes sociales, en particular YouTube, han dado lugar al surgimiento de millones de cursos en línea. Desde idiomas hasta piano, al día de hoy es posible aprender casi cualquier disciplina a través del teléfono.
El profesor en línea tiene desafíos que no existen en una clase física, y por eso debe aprender a superarlos para potenciar la calidad de sus cursos. Por ejemplo, la cantidad de alumnos que siguen sus lecciones puede contarse en miles o más, dependiendo de su popularidad. Además, este número crece constantemente para los vídeos que quedan almacenados en la base.
Salvo en el caso de las clases en vivo, el profesor en línea no trata directamente con sus estudiantes. Esto supone un paso atrás en lo que a la personalización se refiere; no puede conocer a cada alumno y adaptar su contenido a sus necesidades particulares, de manera que corre el riesgo de volver a la rigidez de antaño. Sin embargo, por medio de recursos interactivos complementarios y un lenguaje amigable, puede llegar a individuos diferentes sin dejar fuera a nadie.
Más allá de la enseñanza
Por otro lado, es habitual que el profesor no solo ejerza la docencia, sino que también desarrolle otras funciones. Una de las labores frecuentes es la investigación, con lo cual los profesores se transforman en investigadores y vuelcan sus hallazgos o teorías a través de publicaciones.
Los profesores además pueden formar a los nuevos docentes y cumplir con un rol directivo en un establecimiento educativo, asumiendo obligaciones organizativas y de gestión.