Prolactina es el nombre que recibe una hormona que segrega la hipófisis. Dicha hormona es liberada por las células lactotropas, que se hallan en la adenohipófisis (el lóbulo anterior de la mencionada glándula).
El nivel de prolactina en el organismo depende de diversas cuestiones. Es habitual que la presencia de esta hormona se vincule al estrés y al descanso, entre otros factores que inciden en el cuerpo.
La prolactina juega un papel muy importante a la hora de sintetizar la progesterona en el cuerpo amarillo y al fomentar la generación de leche en el interior de las mamas. En los hombres, la prolactina está relacionada con funciones de los testículos, las vesículas seminales y la próstata.
Nivel de prolactina
Por distintas y variadas circunstancias, muchas son las personas que, en alguna ocasión, tienen que someterse a un análisis de sangre para saber cuál es el nivel de prolactina que tienen. En concreto, quienes deben realizarse tal prueba son las siguientes:
- Los que sufren problemas de infertilidad o impotencia.
- Cuando ha disminuido de manera notable el deseo sexual.
- No podemos olvidar que también es necesario que conozcan su nivel de prolactina aquellas feminas que cuentan con ciclos menstruales irregulares o que incluso han visto como esos han desaparecido.
- Están obligados a realizarse ese análisis sanguíneo quienes cuenten con alteraciones en la producción de la leche materna.
Se considera que los niveles normales de prolactina en la sangre son de entre dos y veinticinco nanogramos por mililitro en el caso de la mujeres que no se encuentran en estado de gravidez; entre diez y trescientos nanogramos por mililitro en las mujeres que están esperando un hijo; y entre dos y dieciocho nanogramos por mililitro en el caso de los hombres.
Su incremento
Cuando el nivel de prolactina sube de manera excesiva, dicho aumento puede deberse a diferentes factores. El hipotiroidismo, los trastornos en el hipotálamo, un tumor en la hipófisis, un prolactinoma o incluso los efectos generados por ciertos fármacos (como tranquilizantes y antidepresivos) pueden derivar en una subida de la prolactina en sangre.
Además de esos, hay otra serie de medicamentos que también consiguen elevar de manera notable los niveles de prolactina, que es conocida además de manera científica por las siglas PRL. Este sería el caso de los estrógenos, la risperidona, fenotiazinas, butirofenonas y metilpoda, entre otros.
No obstante, tampoco hay que olvidarse que ese incremento también se puede producir de manera temporal por la frecuencia de la ingesta de comidas que son muy ricas en proteínas, por haberse sometido a un examen de mamas, por haber llevado a cabo la realización de ejercicio de manera muy reciente o incluso por haber experimentado una estimulación muy intensa de los pechos.
Realizar un análisis de prolactina, por lo tanto, puede ayudar a diagnosticar diversas enfermedades, incluyen trastornos vinculados a la infertilidad, cefaleas y problemas en la vista.