El término que nos ocupa ahora se encuentra conformado por dos palabras, las cuales proceden del latín. En primer lugar, está pronombres, que emana de “pronomen”. Un vocablo este que es fruto de la suma de dos componentes: el prefijo “pro-“, que puede traducirse como “delante”, y el sustantivo “nomen”, que es sinónimo de “nombre”. De ahí que el significado definitivo de esa unión sea “en lugar de nombre”.
En segundo lugar, está la palabra posesivos, que también procede, etimológicamente hablando, del latín. En su caso, podemos determinar que surge de la evolución del verbo “posidere”. Este estaba conformado por “potis”, que es equivalente a “poderoso”, y “sedere”, que significa “sentarse”.
Qué son los pronombres posesivos
Los pronombres son una clase de palabra que no tiene referente fijo ya que su determinación está dada por la relación que entabla con otras palabras que ya se han nombrado.
Dentro del grupo de los pronombres personales (que expresan diversas categorías gramaticales, no tienen contenido léxico y suelen referirse a objetos, animales o personas), se encuentran los pronombres posesivos.
Estos pronombres varían de forma según la categoría de persona gramatical y aparecen junto a los sustantivos para determinar al poseedor. El pronombre posesivo hace explícita la propiedad, la cercanía o la relación entre una persona gramatical y un elemento gramatical.
Otros datos de interés
Además de todo lo expuesto, tendríamos que resaltar otros datos de interés acerca de los pronombres posesivos tales como los siguientes:
• Se emplean siempre después de haber citado al sustantivo.
• De la primera persona, tanto en singular como en plural, existen los siguientes pronombres posesivos: mío, míos, mía, mías, nuestro, nuestros, nuestra y nuestras.
• En el caso de la segunda persona, se encuentran estos: tuyo, tuyos, tuya, tuyas, vuestro, vuestros, vuestra y vuestras.
• En referencia a la tercera persona, nos topamos con estos pronombres posesivos: suyo, suyos, suya y suyas.
• Cualquier pronombre de este tipo, hay que saber que tendrá el mismo género y el mismo número que el del sustantivo al que se refiere.
• Es habitual hacer uso de expresiones como “lo mío” o “lo tuyo”, entre otras, para referirse a lo que concierne o pertenece a alguien en cuestión.
Ejemplos de pronombres posesivos
“Tuyo”, “mío”, “nuestro” y “suyo” son algunos ejemplos de pronombres posesivos. “Ese libro es tuyo” es una expresión que utiliza el pronombre posesivo “tuyo” para referirse a la propiedad de un “libro”. El comentario está dirigido al propietario del “libro”; de lo contrario, la oración debería construirse de otra manera (“Ese libro es de él”).
Si el “libro” fuera del hablante, la frase correcta sería “Ese libro es mío”, ya que el pronombre personal “mío” indica que la propiedad del libro pertenece a quien pronuncia la expresión.
“Nuestra profesora se llama Jacinta”, “Devuelve a Mario lo que es suyo”, “Nuestros jugadores son los más caros del país” y “¿Ese coche es tuyo?” son otras expresiones con pronombres posesivos.
Cabe destacar que estos pronombres resultan muy similares a los adjetivos posesivos, aunque los pronombres posesivos actúan de manera independiente y no requieren necesariamente de la presencia cercana del sustantivo al que complementan.