La noción de protagonista permite nombrar al personaje principal de una obra de ficción, ya sea literaria, cinematográfica o de otro tipo. La etimología de la palabra nos lleva a la lengua griega, haciendo referencia a aquel que «actúa la primera parte» o que es «actor jefe».
El protagonista, por lo tanto, lleva a cabo las acciones más importantes de la historia. Sin su participación, la trama carecería de sentido. El oponente del protagonista se conoce como antagonista, y es aquel personaje que pone obstáculos a los objetivos del personaje principal. Una obra puede tener varios protagonistas y antagonistas.
Por ejemplo: «El protagonista de la serie es Maxwell Smart, un agente secreto bastante torpe pero que se las ingeniaba para tener éxito en sus misiones», «Pese a la aparición de varios superhéroes, el protagonista indiscutido de la película es Batman».
Harry Potter, protagonista de una saga literaria
Un claro ejemplo entre lo que es protagonista y antagonista es el que se ve en la saga literaria de gran éxito que gira en torno a la figura de Harry Potter. La escritora J.K Rowling es la que estableció como personaje principal al joven mago que da título a la obra, se trata de un muchacho que estudia magia en la Escuela Hogwarts y que se enfrenta a multitud de aventuras junto a sus siempre inseparables amigos Ron y Hermione.
La figura de antagonista la desempeña, por su parte, Lord Voldemort. Este es el enemigo acérrimo de Harry, se convierte en el líder del lado oscuro e intenta por todos los medios destruir a aquel para así establecerse como la persona con más poder. Eso hará que ambos personajes tengan que enfrentarse a un sinfín de batallas y luchas sin cuartel con tal de hacer que triunfe el Bien o el Mal, según cada uno.
No obstante, es importante establecer que tanto en la literatura como en las series de televisión o en las películas existen también lo que se conoce como personajes secundarios. Estos tienen una participación menor en la historia que se cuenta pero en determinados momentos también adquieren una especial relevancia. Es decir, en esos instantes se explica el porqué de su aparición en la obra en cuestión.
Volviendo a la saga literaria y cinematográfica de Harry Potter, podríamos establecer que son personajes secundarios figuras de la talla de Cedric Diggory, Teddy Lupin o Narcissa Malfoy.
El actor principal
Al actor que interpreta el personaje principal de una obra también se le conoce como protagonista. De este modo, el concepto se aplica sobre la persona real y no sobre el personaje de ficción.
«Daniel Radcliffe es el protagonista de la versión cinematográfica de Harry Potter» y «El protagonista de la última película de Steven Spielberg fue fotografiado en una playa caribeña junto a una joven desconocida» soon ejemplos de este uso del concepto.
El protagonista como figura decisiva
Protagonista también es la persona o la cosa que, en un suceso cualquiera, desempeña la parte principal.
Podemos apreciar esta utilización de la noción en expresiones como «Andrés Iniesta fue el protagonista excluyente del partido al anotar el gol decisivo» y «La lluvia se convirtió en la protagonista de la jornada al obligar la suspensión de los espectáculos».