A la hernia discal también se la conoce como protusión discal.
Protusión es un término de utilización habitual que, sin embargo, no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). ¿Por qué, entonces, es un concepto de uso frecuente? Se trata de una derivación, incorrecta, de protrusión (el proceso y las consecuencias de protruir: el desplazamiento de un órgano más allá de su ubicación o de sus límites habituales).
Protrusión, por lo tanto, procede de protruir. Este verbo, por su parte, deriva del latín protrudere. Todas estas nociones son utilizadas por los médicos desde hace bastante tiempo: dado que la palabra protrusión recién fue aceptada por la RAE en 2001, durante muchos años convivió con el vocablo protusión.
Por eso, incluso en la literatura médica, es probable encontrar mencionada la idea de protusión. El significado de ambos términos, por supuesto, es idéntico: una protusión o una protrusión pueden referirse a una prominencia, una protuberancia o una hernia.
Cuando alguien se refiere a una protusión discal, estará mencionando la existencia de aquello que, de un modo correcto, debería mencionarse como protrusión discal o como hernia discal. Este trastorno físico refiere a un desplazamiento que se produce del disco intervertebral y que puede generar problemas neurológicos.
TemasLa protusión mandibular
La protusión mandibular o protrusión mandibular, por su parte, hace alusión al movimiento del maxilar inferior hacia delante, sin perder el contacto establecido con el maxilar superior. En este desplazamiento intervienen diversos músculos, huesos y ligamentos, que posibilitan la movilidad de la zona.
Dentro de los diversos movimientos de la mandíbula, podemos diferenciar entre los siguientes tres que es capaz de realizar el maxilar inferior: de descenso y elevación; de protrusión y retrusión (también denominados de proyección hacia adelante y atrás, respectivamente); de lateralidad (también conocido como diducción).
Si bien el movimiento de protrusión y retrusión es muy limitado en nuestra especie, lo mismo no ocurre con los roedores, por ejemplo. Cuando un ratón proyecta su maxilar inferior hacia adelante, sus dos cóndilos (protuberancias redondeadas de los huesos, ubicadas en sus extremidades con la función de armar una articulación al encajarse en el hueco de un segundo hueso) salen de la cavidad glenoidea (una depresión de poca profundidad que se encuentra encima del cóndilo mandibular) y se ubican debajo de la denominada raíz transversa.
De esta manera, a través del movimiento de protusión, el arco dentario inferior se coloca a una distancia aproximada de 5 milímetros por delante del superior, y recién vuelve a su posición original. A veces, esto se lleva a cabo con el objetivo de cortar algunos alimentos que luego son llevados a la parte posterior de la boca para ser triturados. Por esta razón, la armonía entre las piezas dentarias anteriores y posteriores es esencial, ya que las últimas no deben interferir en el proceso de incisión, lo cual podría darse si se trabaran con algunas de las superiores.
Se conoce con el nombre de contacto dentario protrusivo a cualquier encuentro que se de entre las diferentes piezas dentarias durante el movimiento de protrusión.
La protusión mandíbular se vincula al movimiento del maxilar inferior hacia delante, sin que se pierda el contacto con el maxilar superior.
La retrusión
Con respecto a la retrusión, resulta interesante señalar que a mediados del siglo XX el Dr. Ulf Posselt descubrió que la mayoría de los seres humanos solamente puede desplazar su mandíbula hacia atrás una distancia de 1 milímetro, aproximadamente, algo que ha sido confirmado en varias ocasiones desde entonces por diversos especialistas.
Dicha distancia es común a casi cualquier mandíbula, independientemente del tipo de oclusión que presente, ya sea mala o buena, incluso para los casos de maloclusiones (varios tipos de anomalías que se presentan durante el crecimiento de los huesos del maxilar o la mandíbula).
