Provida es un término que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). De todos modos, se trata de una forma adecuada para aludir al movimiento impulsado por las personas que se manifiestan “a favor de la vida”.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) detalla que provida debe escribirse sin espacio ni guion entre el prefijo pro- y el sustantivo vida. Por otra parte, no es necesario resaltar el vocablo mediante alguna tipografía.
El movimiento provida
El concepto se emplea con referencia a quienes defienden el derecho a la vida desde el instante de la fecundación. Según esta perspectiva, el cigoto ya es un sujeto con derechos, al igual que el embrión y el feto.
De esta forma, quienes se oponen a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo se califican a sí mismos como provida. Las asociaciones provida, en este marco, militan en contra de los proyectos políticos y de las iniciativas sociales que apuntan a permitir el aborto bajo ciertas circunstancias o de acuerdo a determinados requisitos vinculados a las condiciones de gestación, el desarrollo del embarazo, etc.
Es importante tener en cuenta que las agrupaciones que promueven el aborto legal, seguro y gratuito como un derecho de la mujer sobre su propio cuerpo no se consideran como “antivida”, sino que afirman defender la vida de la mujer y subrayan que un cigoto, un embrión o un feto en su etapa inicial no son personas. Por eso la calificación de provida depende del contexto y de la posición de cada uno.
Su accionar
Entre las prácticas que llevan a cabo las personas partidarias del movimiento provida para concienciar a la población se encuentran las manifestaciones en las puertas de los centros donde se practican abortos, tanto legales como ilegales. Allí pueden pasar decenas de días apostados frente a los edificios con la intención de hablar cara a cara con las mujeres que estén considerando someterse a un aborto o bien con quienes ya lo hayan hecho.
Además de las charlas es común que les entreguen folletos con imágenes muy crudas, tanto del proceso como de los resultados en la madre y en el feto. Todo esto acompañado de datos que buscan impactarlas para que cambien de parecer. Una de las frases que suelen usar para llevar adelante sus campañas nos dice que «el aborto nunca es la solución».
Los grupos provida y el acoso
El problema comienza cuando estas iniciativas que se crean con un objetivo que defiende la vida se convierte en una excusa para perseguir y acosar a las personas que piensan de forma diferente. Esto suele ocurrir cuando los grupos provida se instalan durante mucho tiempo frente a una clínica y dejan atrás su intención de concienciar a las mujeres en pos de una actitud invasiva, que se acerca más al acoso.
En este marco debemos mencionar la posición moral y política conocida por los nombres proaborto, proderecho a decidir o proelección, según la cual las mujeres embarazadas deberían tener la libertad de decidir la realización de un aborto inducido conducido por un equipo de profesionales de la salud y en condiciones de total legalidad.
Cuando se pone en tela de juicio el tema del aborto, es inevitable que los movimientos provida se opongan a los proelección, y es por esta razón que dependiendo de la perspectiva se puedan considerar dos extremos. Sin embargo, como todos los conjuntos de opiniones que se agrupan bajo la etiqueta de una ideología existen varios matices a tener en cuenta que puede acercarlas más de lo que pensamos. Después de todo, ambos pretenden amparar a los seres vivos; la diferencia principal es que provida considera que pertenecemos a esta categoría desde el primer momento de nuestra existencia como entidades microscópicas.