Encontrar el origen etimológico de esta palabra que nos ocupa nos hace marcharnos hasta el griego y es que fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua. En concreto, se formó a partir de la unión de “pseudo”, que significa “falso”, y del sustantivo “podos”, que puede traducirse como “pie”.
Los pseudópodos son extensiones de la zona del protoplasma conocida como citoplasma. Estos pseudópodos acaparan ciertas sustancias exteriores y permiten la alimentación, la defensa y los desplazamientos de diferentes clases de organismos.
Organismos con pseudópodos
Los paramecios y las amebas son ejemplos de los organismos de tipo unicelular que cuentan con distintos pseudópodos. Cuando estas prolongaciones del citoplasma son empleadas por los organismos para alimentarse, lo que hacen es envolver el alimento y fagocitarlo.
Respecto a la movilidad, los pseudópodos se utilizan de manera similar a los cilios y los flagelos. Esto quiere decir que existen organismos que apelan a una u otra forma de desplazamiento de acuerdo a sus características naturales.
Funciones de estas extensiones
Podemos decir, por tanto, que los pseudópodos o seudópodos tienen la particularidad de que realizan dos funciones fundamentalmente:
-Por un lado, la mencionada locomoción, que es la que permite una de las opciones de movimiento que tienen, por ejemplo, los flagelos.
-Por otro lado, la alimentación. Esta, que se realiza mediante la conocida como fagocitosis, lo que consiste es en que los pseudópodos se encarguen de encerrar al alimento en cuestión en una vacuola, es decir, detienen a las presas mediante esa forma de atrapamiento para que luego se puedan comer.
Los pseudópodos, extensiones transitorias
Es importante destacar que los pseudópodos son extensiones transitorias que algunas células producen con un fin específico. Eso diferencia estas extensiones citoplasmáticas de los mencionados cilios y flagelos.
Compuestos por filamentos y microtúbulos, los pseudópodos también son conocidos como “falsos pies” (por eso la utilización del elemento compositivo pseudo, que refiere a aquello que no es original sino que supone una copia o una imitación).
Clasificación según sus características
De acuerdo a sus características, los pseudópodos pueden clasificarse de diferentes maneras. Los reticulopodios, por ejemplo, son pseudópodos muy finos que se integran entre sí y que componen una especie de red. Los axopodios, por su parte, disponen de diversos microtúbulos, protegidos por el citoplasma.
Los filopodios (cuyos extremos finalizan en punta) y los lobopodios (más cortos y gruesos) son otros tipos de pseudópodos. La presencia de cada clase de pseudópodo depende del microorganismo en cuestión.
Otros datos de interés sobre los pseudópodos
Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer otros datos de interés acerca de los pseudópodos:
-De manera general y frecuente se encuentran en las eubacterias.
-Dentro del conjunto de las células ameboides que utilizan el mencionado sistema de alimentación se encuentran los leucocitos humanos.
-Los lobolopodios son contundentes por su forma, destacan por ser bulbosos y tienen tanto endoplasma como ectoplasma.
-Los filolopodios, por su parte, son más delgados que los anteriores y son compatibles con los microfilamentos.
-Los seudópodos Reticulosa llevan a cabo como función primaria lo que se da en llamar myxopodia, la ingestión de los alimentos.
-Los axopodios son los responsables de la fagocitosis.