Puzzle es un término inglés que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). La palabra que sí se acepta es puzle, que puede emplearse como sinónimo de rompecabezas.
Un puzzle, puzle o rompecabezas, en definitiva, es un entretenimiento que invita a armar una figura que se encuentra dividida en trozos. Lo que se debe hacer es tomar los trozos (cada uno contiene un fragmento de la figura) y disponerlos de la forma adecuada para que la figura quede armada (completa).
Origen del puzzle
Se dice que el puzzle surgió de manera casual en el siglo XVIII, cuando un cartógrafo cortó los países de un mapa y, al reubicarlos, pensó que podía tratarse de un buen método para enseñar geografía. Con el paso de los años, los rompecabezas comenzaron a abarcar más motivos y se volvieron más complejos, incrementando su alcance.
Por lo general, el puzzle es un juego de mesa con piezas de cartón, plástico o madera. Las piezas se encuentran troqueladas de una forma específica para que vayan encajando entre sí, siempre que se las disponga de la manera correcta. Los puzzles suelen comercializarse en cajas que, además de albergar las piezas, contienen la imagen original que se debe armar para que sirva como guía.
Un género de videojuegos
Los puzzles, con el tiempo, llegaron al ámbito de los videojuegos. Con ciertos cambios en la idea original, dieron lugar a un género que incluye propuestas clásicas como Tetris y Dr. Mario.
En la actualidad, el género puzzle de videojuegos continúa siendo muy popular, aunque el exceso de títulos que lo representan hayan desgastado considerablemente su imagen. Esto se da especialmente en las plataformas móviles, que incluyen los teléfonos y las tabletas, y se debe a que desarrollar un juego de este tipo es mucho más sencillo que uno de géneros tales como la acción, el RPG o la simulación de carreras, por ejemplo. Dado que nos encontramos en una era en la cual la tendencia es buscar el éxito instantáneo, el puzzle parece la receta perfecta.
Estrictamente, los videojuegos de puzzle no tienen mucho que ver con una imagen descompuesta en partes, o al menos esto no es una necesidad ni uno de sus rasgos característicos; este género, que también se denomina de lógica o inteligencia exige al jugador una gran agilidad mental y, a veces, motriz para poder avanzar. Entre los diferentes tipos de desafíos que puede presentar un título de puzzle se encuentran los problemas matemáticos y lógicos, así como la necesidad de reconocer patrones.
A diferencia de un juego de acción pura, su ritmo es pausado y depende en gran parte de la velocidad con la cual el jugador resuelva cada reto. Dado que no hay elementos «tangibles» que caractericen este género, muchas veces se vuelve difícil transmitir las características de algunos de sus juegos a través de la comunicación oral. Basta con mencionar Tetris y el ya clásico Buscaminas de Windows para demostrar que las diferencias pueden ser sustanciales.
Así como sucede en muchos otros casos, el puzzle puede combinarse con otros géneros de videojuegos para dar lugar a creaciones verdaderamente auténticas e innovadoras, que renueven el interés del público por esta forma de entretenimiento tan popular. Series míticas como The Legend of Zelda, El Profesor Layton y Resident Evil son claros ejemplos de dicha fusión, que permite crear experiencias únicas.
Puzzle en el lenguaje coloquial
En el lenguaje coloquial, suele definirse como puzzle a aquellos problemas de difícil solución.
Por ejemplo: «No se cómo vamos a lograr que entren todos los muebles en esta sala: esto es un verdadero puzzle», «Tengo un casamiento y un bautismo a la misma hora y no puedo faltar a ninguno de los dos eventos, no sé cómo resolver este puzzle».