Un radioisótopo es el isótopo de un elemento que presenta radiactividad. Esto quiere decir que el isótopo en cuestión resulta radiactivo.
Cabe recordar que los isótopos son aquellos elementos químicos que tienen una cantidad idéntica de protones, aunque una cifra diferente de neutrones. Por esta particularidad, los isótopos comparten las propiedades químicas y se hallan en el mismo sitio dentro de la tabla periódica de elementos.
La radiactividad, por su parte, es la propiedad de los cuerpos cuyos átomos, cuando se desintegran espontáneamente, emiten radiaciones. La radiación ioniza el medio que atraviesa, consiguiendo diferentes efectos.
Qué son los radioisótopos
Los radioisótopos, en definitiva, son los isótopos que disponen de núcleos capaces de desarrollar la emisión de energía a modo de radiación ionizante, un proceso que llevan a cabo mientras pretenden alcanzar una mayor estabilidad. Para detectarlos, lo que se hace es medir la radiación que emite cada átomo: dicha medición será más o menos fácil de concretar de acuerdo a la intensidad de la emisión y a la clase de radiación.
Por su radiactividad, los radioisótopos cuentan con un núcleo atómico que es inestable. Al tratar de adoptar configuraciones más estables, estos elementos liberan energía (rayos gamma, beta o alfa). Esta característica hace que los radioisótopos puedan emplearse en la arqueología, la medicina y la agricultura, por ejemplo.
Sus aplicaciones
Veamos más en detalle algunas de las aplicaciones de los radioisótopos en diversos campos de conocimiento del ser humano:
- Tratamiento y diagnóstico de ciertas enfermedades.
- Esterilización del instrumental que se usa frecuentemente tanto en el ámbito quirúrgico como en el clínico.
- En el mundo de la industria y la tecnología, se usan para comprobar las soldaduras y los materiales de las construcciones, para complementar proyectos de investigación y para controlar algunos procesos de producción.
- La agricultura encuentra para los radioisótopos una utilidad a la hora de conservar los alimentos y de controlar las plagas.
- En el ámbito del arte, sirven varios propósitos, como ayudar a verificar ciertos objetos de interés histórico o a restaurar piezas artísticas que han sido dañadas o deterioradas por diferentes motivos.
- Para la arqueología, los radioisótopos sirven a la hora de determinar la fecha de un evento geológico, entre otras cuestiones.
- En farmacología, antes de poder dar el visto bueno a un fármaco para que pueda ser comercializado y usado por el público, los radioisótopos se utilizan para el estudio de su metabolismo.
Radioisótopos sintéticos
Los denominados radioisótopos sintéticos son aquellos que no se hallan de manera natural en nuestro planeta, sino que deben ser creados a través de reacciones nucleares. Estas últimas también se conocen con el nombre de procesos nucleares, y se trata del trabajo que tiene como resultado la transformación de núcleos atómicos y partículas sub-atómicas a partir de su combinación. Las reacciones nucleares pueden ser exotérmicas (si desprenden energía) o endotérmicas (si necesitan energía para llevarse a cabo).
Uno de los radioisótopos sintéticos más conocidos es el tecnecio-99 metaestable, el cual encuentra su uso en el campo de la medicina, específicamente en el proceso de identificación de vasos sanguíneos que han sufrido algún tipo de bloqueo. Para su obtención, es necesario desintegrar el radionúclido de nombre 99Mo.
Se conoce como periodo de semidesintegración, en el ámbito de la radioquímica y la física nuclear, al tiempo que se necesita para que el 50% de los núcleos de una muestra de radioisótopos se desintegre. Otros nombres por los cuales es posible encontrar este concepto son hemivida, semivida y constante de semidesintegración. Su uso es muy amplio y se representa con la letra griega lambda.