La RAE indica qué términos de nuestra lengua puede usarse como sinónimos.
RAE es la sigla correspondiente a Real Academia Española, una entidad cultural cuya fundación tuvo lugar en 1713 en Madrid. El responsable de su creación fue Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, un noble que se inspiró en las academias de Florencia y Francia.
Felipe V, rey español, se encargó de aprobar la constitución de la RAE en 1714, quedando la institución bajo su órbita. Desde entonces, la RAE se encarga de elaborar la normativa lingüística que permite regularizar el uso del español, estableciendo las reglas de ortografía, gramática, sintaxis, etc.
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ResumenDesarrollo histórico de la RAE
En sus orígenes, la RAE buscaba normalizar el idioma que se hablaba tanto en España (el llamado español peninsular) como en las colonias del imperio (el español latinoamericano). Después de la independencia de los países americanos, surgieron nuevas academias que complementaron la labor de la RAE.
En 1951, por otra parte, nació ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española), un grupo del cual forman parte la RAE y veintidós academias del idioma español que existen en diferentes naciones.
Con 46 académicos de número, que son seleccionados por los demás académicos y ocupan el cargo de por vida, la RAE elabora el Diccionario la Lengua Española, conocido como DRAE o DLE. En 2014 se publicó la 23º edición de este diccionario considerado como la fuente de consulta por excelencia para confirmar la escritura correcta de las palabras en nuestro idioma y conocer su significado preciso.
La RAE también desarrolla el Diccionario Panhispánico de Dudas, que busca satisfacer las inquietudes más frecuentes sobre la utilización adecuada de la lengua. Además del diccionario, esta publicación incluye modelos sobre gentilicios, abreviaturas y conjugaciones de verbos, entre otros recursos.
Al actualizar su diccionario, la RAE suele incluir neologismos.
Los académicos
Importantes figuras de las letras españolas han formado y siguen formando parte de la RAE. No obstante, entre las más significativas se encuentran las siguientes:
- El escritor y jurista Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811).
- El narrador granadino Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891), conocido por obras tales como «El sombrero de tres picos» y «El hijo pródigo».
- El escritor canario Benito Pérez Galdós (1843-1920), que nos legó trabajos de reconocido prestigio como «Fortunata y Jacinta», «El abuelo» y la serie «Episodios Nacionales».
- El autor Camilo José Cela (1916-2002), ganador del Premio Nobel de Literatura en 1989 y del Premio Cervantes por trabajos tales como «La familia de Pascual Duarte», «La colmena» o «Viaje a la Alcarria».
- El escritor vallisoletano Miguel Delibes (1920-2010), ganador del Premio Cervantes en 1993, que ocupó la silla «E» en la RAE y que nos legó obras tales como «La sombra del ciprés es alargada», «El camino», «Los santos inocentes» y «Las ratas».
La RAE, entre otras tareas, analiza la morfología de las palabras para detallar su composición.
Publicaciones de la RAE
El Diccionario de la Lengua Española, abreviado anteriormente como DRAE y ahora como DLE, es la publicación más importante de la RAE. Su primera edición fue dada a conocer en 1780, mientras que la más reciente salió en 2014 (con varias actualizaciones posteriores).
El DLE, de acuerdo a la RAE, se desarrolla con el uso habitual del lenguaje, promoviendo una unificación entre las distintas naciones con sus normas. La publicación incluye las palabras usuales, además de vocablos en desuso y arcaísmos que hacen posible la comprensión de obras literarias antiguas, por ejemplo.
El Diccionario de Americanismos, mencionado como DA, es otro trabajo de la RAE. Recoge los americanismos desde 2010, recopilando el léxico de los términos en español que se emplean en América.
Otra publicación es el Diccionario Panhispánico de Dudas o DPD. Como su nombre lo sugiere, intenta resolver interrogantes que suelen tener los hablantes de este idioma. Además del diccionario en sí mismo, incluye un glosario y varios apéndices con gentilicios, abreviaturas, datos sobre conjugación verbal y otras clases de palabras.
La importancia de la institución
La labor de la Real Academia Española es esencial para la correcta interpretación de cualquier mensaje o contenido desarrollado en español. La traducción, por ejemplo, es una tarea que suele llevarse a cabo con apoyo de las publicaciones de la RAE.
Si bien en el lenguaje coloquial no es habitual recurrir a la academia para escoger términos o interpretarlos, la tarea suele resultar necesaria en expresiones del lenguaje formal. Lo mismo para comprender en su totalidad ciertas obras literarias, ya sea en prosa o poesía.
Quien lee un ensayo sobre la evolución de las especies, por mencionar un caso, es probable que necesite un diccionario para resolver dudas sobre el lenguaje técnico. Lo mismo puede hacer alguien que no entiende las metáforas o las figuras literarias que aparecen en versos de un autor al que se lo enmarca en vanguardias literarias.
La RAE y el machismo
Durante muchos años, a la Real Academia Española se la tildó de machista por no aceptar a mujeres como académicas de número, siendo rechazadas las candidaturas de ilustres féminas como Emilia Pardo Bazán, Concha Espina o María Moliner.
Habría que esperar prácticamente tres siglos desde su creación para que una fémina formara parte de la misma y ese honor recayó en la escritora murciana Carmen Conde, quien realizó obras tales como «La noche oscura del tiempo» e ingresó en la RAE en 1978.
