Se conoce como rafia a una palmera que se encuentra en América y en África, cuya característica principal es que permite obtener una fibra flexible de gran resistencia. El término, de hecho, se utiliza para aludir específicamente a dicha fibra.
Como árbol, la rafia pertenece al género Raphia. Presenta hojas de gran tamaño y da frutos de forma elíptica.
La fibra
En cuanto a la fibra, existe la rafia natural que se extrae de la planta y también una rafia sintética producida a partir de polipropileno que suele elaborarse al entrelazar hilos. Luego de ser tratada para optimizar la apariencia, la rafia se emplea para la confección de ropa, tapices y elementos decorativos, por ejemplo.
Uno de los usos más habituales de la rafia es la producción de bolsas reutilizables. Estas bolsas son impermeables y resistentes, con lo cual se vuelven útiles en muchos ámbitos y ayudan a minimizar las bolsas de plástico que resultan contaminantes.
La rafia, por otra parte, permite el desarrollo de lonas. Este producto se aprovecha para realizar cerramientos, ocultar vistas y establecer cercos o delimitaciones.
Ventajas de la rafia sintética
Cuando se usa la rafia para elaborar una fibra sintética usando polipropileno, los resultados son muy beneficiosos para diferentes aplicaciones. En primer lugar, debemos señalar que se trata de un material relativamente económico, un factor que influye positivamente desde el primer momento en sus potenciales compradores. También es especialmente resistente al desgaste mecánico, es decir al que tiene lugar a causa del uso constante y a los impactos que pueda sufrir. En otras palabras, la cantidad de usos no repercute negativamente en su resistencia como en otros materiales.
Otro factor al que la tela de rafia es muy resistente es el calor extremo: hay usuarios que requieren este material en entornos donde la temperatura puede alcanzar valores considerables, pero dado que su punto de fusión es de 160 grados centígrados, no deben preocuparse. No olvidemos que por lo general la rafia se usa al aire libre, en particular cuando su función es cubrir coches o hacer las veces de toldo para un patio, y debe soportar el calor del Sol durante todo el día.
En un caso completamente opuesto, si se usa la tela de rafia en un espacio cerrado, una de las preocupaciones normales giraría en torno a la formación de hongos o el deterioro a causa de la humedad. Sin embargo, este material tiene un valor de absorción de humedad muy escaso y una gran resistencia al agua, de manera que ofrece excelentes resultados, tanto en su durabilidad como en la protección de los objetos que cubra.
Gracias a su composición, la rafia tiene una resistencia química muy superior a la de otros plásticos, como ser el polietileno o el PVC. Esto se puede apreciar tanto en su contacto con sustancias alcalinas como ácidas. Por último podemos mencionar su ligereza, que se debe a su escasa densidad, una de las menores en comparación con los demás plásticos del mercado. Esto supone una ventaja a la hora de transportarla pero también de manipularla, ya que incluso las piezas de varios metros cuadrados tienen un peso que no dificulta en absoluto su uso.
Ecologismo
En este marco, la rafia es promovida por organizaciones ecologistas y por quienes apuntan a minimizar la cantidad de residuos con el objetivo de cuidar el medio ambiente. La premisa es dejar de recurrir a las bolsas plásticas de un único uso para llevar los productos que se compran en mercados y comercios, y reemplazarlas por bolsas de rafia que se pueden usar una y otra vez sin problemas ya que tienen una gran durabilidad.